El estado de Nueva York ha cerrado más de 500 tiendas ilegales de cannabis y ha confiscado unos 1.400 kilogramos de marihuana por un valor de casi 30 millones de dólares, anunció este martes en una rueda de prensa la gobernadora del estado, Kathy Hochul.
De estos 500 locales, 400 se encontraban en la ciudad de Nueva York, que ha incautado 13,3 millones de dólares en productos ilícitos de cannabis, según indicó en esa misma conferencia el alcalde, Eric Adams.
Adams destacó que la Alcaldía -que el pasado 7 de mayo inició una operación para acabar con la proliferación de tiendas de marihuana sin licencia- y ha impuesto multas a los dueños de estas tiendas por un valor total de más de 30 millones de dólares.
Desde 2021, el cannabis es legal en el estado de Nueva York, pero el retraso en la concesión de licencias ha llevado a muchos vendedores a abrir sus locales de manera ilegal: en total, se calcula que más de 2.000 tiendas de cannabis abiertas actualmente son irregulares.
Tras la legalización de esta droga, el Gobierno concedió las primeras 460 licencias a personas que habían sido arrestadas previamente por posesión o tenencia de cannabis, en un intento por apoyar a los grupos minoritarios, que fueron los que más sufrieron la llamada «guerra contra las drogas».
«Todos los propietarios de pequeñas empresas, negros, latinos, mujeres, inmigrantes, veteranos (de guerra)… todos ellos son prioritarios. Los legisladores sabían lo que hacían cuando aprobaron la ley, pero depende de nosotros hacer que se convierta en realidad», incidió Hochul.
La gobernadora aseguró que la industria del cannabis entró ahora en «una nueva etapa» y subrayó que en el último mes las ventas legales han subido un 27 %, lo que equivale a unos ingresos mensuales de unos 35.000 dólares para cada tienda.
Por su parte, Adams señaló que las tiendas sin licencia ofrecían sus productos a menores de edad y que hacían subir «los robos y los tiroteos»: «Estos locales estaban empezando a destruir la calidad de vida en nuestra ciudad», aseguró.
Este lunes los medios locales dieron a conocer que decenas de negocios que han sido cerrados en la ciudad de Nueva York han presentado una demanda colectiva contra la ciudad para detener los cierres acelerados, alegando que son «inconstitucionales».
Según las últimas reformas estatales sobre el cannabis, aprobadas en abril, la policía de Nueva York puede cerrar una tienda sospechosa de vender marihuana sin licencia tras realizar una primera inspección y sin necesidad de disponer de una orden judicial.