El Ejército de Israel mató a cinco palestinos durante una operación militar -aún en curso- en la que utilizó al menos un dron explosivo en Tubas, una ciudad del norte de Cisjordania ocupada, donde se desataron enfrentamientos con milicianos locales, informaron este miércoles fuentes oficiales.
«Como parte de una actividad antiterrorista en la zona del Valle del Jordán, un dron atacó a varios terroristas armados en la zona de la ciudad de Tamun», ubicada en la región de Tubas, indicó a EFE el Ejército de Israel, cuyas tropas siguen en la zona.
De su lado, las Brigadas Al Qasam -el brazo armado del grupo islamista Hamás, que controla la Franja de Gaza y libra una guerra contra Israel- informaron que sus milicianos «llevan horas librando feroces enfrentamientos con las fuerzas de ocupación que se han infiltrado en varios ejes de la ciudad de Tubas».
Los soldados israelíes irrumpieron en la ciudad palestina al amanecer, rodearon una casa y exigieron a los que estaban dentro que la abandonaran, y asaltaron varias viviendas más, informó la agencia oficial de noticias palestina, Wafa.
«Se oyeron explosiones sucesivas en Tubas, cerca de la casa sitiada, mientras las fuerzas de ocupación bombardeaban la casa» con un dron, añade la agencia, al precisar que estallaron enfrentamientos con las milicias locales.
Estos enfrentamientos causaron la muerte del palestino Fayez Fawaz Abu Amer, a quien los soldados habían detenido tras sitiar su residencia y herirlo, según Wafa.
Además, otros cuatro palestinos murieron tras sufrir el ataque de un dron explosivo de Israel, añadió la agencia, al asegurar que los soldados han retenido los cadáveres.
El servicio de emergencia Media Luna Roja denunció que los soldados israelíes «impiden que los paramédicos lleguen al lugar del bombardeo en la ciudad de Tamun».
El Ejército de Israel, que está en alerta ante la posibilidad de un ataque por parte de Irán y sus milicias aliadas en la región, ha incrementado aún más sus intervenciones en Cisjordania ocupada con el uso de drones armados.
El 6 de agosto, las tropas israelíes mataron a siete palestinos y arrestaron a varios más durante una operación con drones explosivos en Yenín, un bastión de milicias palestinas en el norte de Cisjordania.
Y el 3 de agosto, Israel bombardeó con dos drones la cercana ciudad de Tulkarem, matando en total a nueve presuntos milicianos.
Cisjordania ocupada vive su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-05).
Ayer, agentes de la Policía de Fronteras de Israel mataron a un adolescente palestino que supuestamente lanzaba cócteles molotov junto con otros sospechosos por encima de la valla de seguridad, desde la palestina ciudad de Anata, en el área de Jerusalén del lado de Cisjordania ocupada, hacia el contiguo asentamiento israelí de Pisgat Ze’ev.
Los agentes policiales «identificaron a los sospechosos que lanzaban bombas molotov por encima de la valla de seguridad. Un francotirador disparó contra uno de los atacantes después de que subió a lo alto del muro», indicó la Policía, que se encuentra buscando a otros muchachos que participaron en el incidente.
La versión de la Policía israelí es muy distinta de la de la agencia Wafa, que asegura que las fuerzas israelíes mataron a Shadi Wisam Shehada, de 17 años, mientras trabajaba en su lavadero de coches en la zona, luego de que lanzara piedras contra soldados israelíes.
En lo que va de 2024, al menos 286 palestinos han muerto por fuego israelí, la mayoría supuestos milicianos o atacantes, pero también civiles, incluidos al menos 65 menores, según el recuento de EFE, tras cerrar 2023 como el año más letal en dos décadas con más de 520 muertos.
Del lado israelí, han muerto 21 personas en lo que va de este año: 11 uniformados y diez civiles, cinco de ellos colonos.
Israel se hizo con el control de Cisjordania y Jerusalén Este en la Guerra de los Seis Días de 1967 y desde entonces mantiene una ocupación militar sobre este territorio palestino.
Además, Israel promueve una política de expansión colona, a pesar de que los asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este son ilegales bajo el derecho internacional.