PEQUEÑO TIMMY
Lo que al inicio parecía gracioso y quizá con un toque de interés, era el posicionamiento de Miguel Tello Vargas, titular de la Unidad de Planeación y Prospectiva del Gobierno de Hidalgo, sin embargo con el paso del tiempo y los paupérrimos resultados que ha entregado, se ha convertido en un bravucón más de la Cuarta Transformación, el huele moles que intenta posicionar su imagen para un cargo político posterior, porque las viejas mañas así lo dictan y se la ha pasado queriendo hacer campaña con un capital que no posee.
Perfiles como el del bravucón y el de la actual senadora hidalguense, son el resultado de la política decadente, del brazo de juniors, amigos, ahijados y recomendados que no se atreve a morir en la entidad, un Estado en el que pese a que el gobernador asegura que no hay nepotismo, este se puede ver en cargos públicos que ostentan familiares de diversos funcionarios.
Lo lamentable es que este tipo de perfiles inútiles, bobos y bravucones en nada ayudan a la construcción de un proyecto ambicioso como lo es la Cuarta Transformación, el hecho de ir a repartir mandiles con el nombre de Simey en Metztitlán, o el de “rifar” obra pública a los que tengan más likes en redes sociales, todo para posicionar imágenes, es una clara muestra del poco valor que tienen estos perfiles como políticos y funcionarios públicos. Es un asco que intenten lucrar con la necesidad de un pueblo ávido de resultados que lastimosamente desde sus encargos públicos no han podido dar.
Desgraciadamente, lamentablemente, horriblemente, hoy desde este espacio de opinión no me queda más que darle la razón al PRI cuando le dicen al secretario que se ponga a trabajar en lugar de andar organizando tamalizas y proyectado su imagen desde un espacio de poder, con miras a otro cargo público, sin mencionar que como buitres ya vuelan en rueda sobre el palacio de Gobierno, como si el titular del ejecutivo estuviera por irse.
Hoy este bravucón se siente intocable, como hace unos años se sentían muchos cuyas historias de tragedia se pueden contar a montones, nuevamente estos funcionarillos, juniors y apadrinados creen que nunca les llegará su hora, y olvidan que el que a hierro mata a hierro muere, ojalá tuvieran un actuar congruente pero si tuvieron que borrar fotografías de sus últimos viajes para que nadie sepa que se han pasado la austeridad por el arco del triunfo, está todo dicho.
Quién sabe quién les dijo a estos politiquillos de quinta, puercos trompudos y atascados de poder, que “no hay publicidad mala” tan es así que inocente y estúpidamente creen que si alguien habla mal de ellos es porque van bien en su encargo, sin ver los miserables, que con sus actos solo han evidenciado lo más bajo de la política, lo más incongruente y corriente que hoy se tiene en el gobierno y en los cargos públicos de Hidalgo.
Al inicio se hablaba de un perfil joven y deslumbrante en el gabinete de Menchaca, hoy ese perfil no ha podido mantener su imagen con resultados y trabajo serio, por lo que se ha tenido que conformar con rifar obra pública para incrementar sus seguidores en redes sociales, como si en lugar de secretario tuviéramos un niñito aspirante a influencer en la oficina de Planeación, es más, ni siquiera la de turismo se atrevió a tanto.
Qué pena que este perfil no brille sino con la grilla, con dichos y acusaciones que lo dejan con una trompa grande pero con resultados tan pequeños como su popularidad. Es una pena que este y la senadora se hayan convertido en la dupla de edecanes que buscan ganar adeptos a la vieja usanza del PRI, mostrándose en todos los eventos posibles, tratando de colocar su imagen en la mirada pública, sin embargo a este tipo de actuar también corresponde una máxima de la política en la que estos dos perfiles siguen “el que se mueve no sale en la foto”, y estos dos ya se movieron demasiado. Conste que se los decimos desde una ventana que ha visto pasar a cuatro gobiernos estatales, y la historia se cuenta sola. Siempre habrá un espacio para el olvido de perfiles grises y también otro para señalar a los inútiles, corruptos, buenos para nada.
