El Banco Mundial anunció este martes que destinará 12 millones de dólares (11,53 millones de euros) para la recuperación de Vanuatu, azotada hace una semana por un terremoto de magnitud 7,3 que se saldó con al menos 14 muertos y unos 210 heridos.
El director del Banco Mundial para el Pacífico y Papúa Nueva Guinea, Stephen Ndegwa, dijo que esta catástrofe no solo ha dañado a las infraestructuras, sino también afectará «duramente» a la economía y al comercio durante la temporada alta del turismo.
«Esperamos que esta ayuda contribuya a la rápida recuperación de Vanuatu, restablezca puestos de trabajo y proporcione asistencia vital a quienes más la necesitan», precisó el funcionario en un comunicado del organismo internacional publicado hoy.
Vanuatu fue sacudida el pasado martes por un poderoso seísmo de magnitud 7,3 al oeste de Port Vila, la capital y ciudad más afectada por los destrozos, lo que motivó la declaración del estado de emergencia, que discurre hasta hoy, con el fin de atender con mayor celeridad el desastre.
Tras una semana, el suministro de electricidad y comunicaciones -salvo internet- se ha restablecido en gran medida, mientra que aún se trabaja en el suministro de agua a raíz de los importantes daños causados por el sismo sobre dos reservas de agua cerca de Port Vila, conforme a la última actualización del Gobierno vanuatuense.
El sismo tumbó varios edificios y provocó numerosos corrimientos de tierra, además de afectar a unas 80.000 personas de los alrededor de 250.000 habitantes del país, recogen los datos oficiales.
El departamento de Meteorología además pronostica fuertes lluvias durante los próximos días, que se traduce en la posibilidad de riadas y corrimientos de tierra.
El archipiélago de Vanuatu está situado cerca del llamado Anillo de Fuego del Pacífico y de los volcanes submarinos de la Cuenca de Lau, por lo que registra habitualmente sacudidas de origen sísmico.