Ni siquiera las cinco victorias consecutivas encubren el momento de construcción aún del actual Atlético de Madrid, todavía sin su mejor nivel ni en La Liga ni en la Liga de Campeones, en la que encara una nueva reválida contra el Sparta en Praga con la necesidad de ganar para creer en el acceso directo a octavos y con la vuelta a la alineación inicial de José María Giménez, Rodrigo de Paul o Julián Álvarez.
Aunque los cálculos iniciales del propio Diego Simeone, el técnico que ha rebasado la historia del conjunto rojiblanco, ya por los 700 partidos, preveían al menos 20 puntos para ocupar una de las ocho primeras posiciones, el desarrollo del propio torneo hace pensar que bastará con una producción más reducida.
Entre los enfrentamientos directos que aún restan entre algunos de los equipos instalados ahora entre los ocho primeros, quizá sean suficientes los 18 puntos (incluso menos) que aún puede alcanzar el Atlético, revitalizado por su triunfo en París a última hora, imprevisible, pleno de pegada y méritos del portero Jan Oblak, protagonista no sólo de hasta ocho paradas, sino también de la jugada que accionó el contragolpe que culminó Ángel Correa en el 1-2.
Esa victoria es vida para el Atlético en la máxima competición europea. Ganador en la primera jornada contra el Leizpig (2-1), zarandeado en la segunda por el Benfica (4-0) y derrotado en casa de forma inmerecida en la tercera por el Lille (1-3), la visita al París Saint Germain le devolvió todo lo que había perdido en la jornada precedente.
Son tres puntos cruciales. De hecho, lo posicionan ahora con opciones para todo. De momento, está dentro de los 24 primeros, aunque sólo sea vigésimo tercero, apenas tres puestos por encima del Sparta Praga, con cuatro puntos por los seis del Atlético, después de encadenar dos derrotas contra el Manchester City (5-0) y el Brest (1-2).
Todo depende de más victorias para el Atlético. Una derrota en Praga lo devolverá todo a una situación más que inquietante. El empate, más de lo mismo. La victoria, no, porque es un impulso indispensable para su calma y su convicción, a la espera de recibir al Slovan Bratislava y al Leverkusen y visitar al Salzburgo en las tres citas restantes.
Subido en una racha de cinco victorias consecutivas diez meses después, con tres de esos choques sin goles en contra, y reenganchado de lleno a la competencia por La Liga, a cinco puntos ya del liderato del Barcelona cuando hace dos jornadas estaba a diez, el Atlético es consciente de su evidente margen de mejora, sea cual sea el estilo, mientras camina hacia la vuelta al origen y las prioridades defensivas proclamadas por Simeone tras el varapalo contra el Betis.
Entre la baja de Robin Le Normand desde hace diez encuentros (tampoco están disponibles para Praga ni Nahuel Molina ni Thomas Lemar), el Atlético sigue inmerso aún en ese crecimiento esperado, pero todavía recibe demasiadas ocasiones, con la excepción de la remontada agónica del pasado sábado ante el Alavés; aún no presiona como en aquellos tiempos iniciales a los que mira de nuevo ni tampoco crea las oportunidades de gol de entonces. Necesita más.
El once para Praga devolverá a la titularidad a José María Giménez, Julián Álvarez y Rodrigo de Paul. Quizá también a Giuliano Simeone. Ninguno de los cuatro jugó de inicio el pasado sábado tras los compromisos internacionales con sus selecciones. Las incógnitas de la alineación, en la que se espera seguro a Jan Oblak, Pablo Barrios, Clement Lenglet y Antoine Griezmann, apuntan a cuatro demarcaciones: los dos carriles, un central y un medio.
A la derecha optan Giuliano y Marcos Llorente, reaparecido durante el primer tiempo ante el Alavés después de nueve encuentros de baja por una lesión muscular; a la izquierda, Javi Galán, cambiado al descanso contra el equipo vitoriano, y Reinildo Mandava, Samuel Lino o Rodrigo Riquelme; al medio del campo, Koke Resurrección, si no rota, o Conor Gallagher; y a central derecho, César Azpilicueta o Axel Witsel para jugar junto a Giménez y Lenglet.
Hay una alternativa en ataque con Alexander Sorloth, si desplaza a Griezmann al medio campo, aunque el atacante noruego previsiblemente será suplente, pese al gol ganador del pasado sábado contra el Alavés. Ha sido titular en tan solo uno de los últimos seis duelos del Atlético, que se enfrenta en Praga a sus números como visitante en la Liga de Campeones: dos victorias en sus once salidas más recientes, con siete derrotas y 21 goles en contra.
