PEDAZOS DE VIDA
Tras largos años de encierro; salir y mirar, una vez más, como es afuera de los grandes muros, parece que lo inyecta de vida. Respira el humo de los carros, y huele el aroma que se desprende desde el comal en donde se cocen las garnachas, piensa en lo afortunado que ha sido al estar nuevamente en una vida que creyó robada por el destino y sus malvados deseos.
Allá dentro, había tenido tiempo suficiente para reflexionar sobre las oportunidades de la vida, el amor y la muerte, sabía que en todos los caminos humanos se encontraban estos tres hilos que tejen la comicidad, la felicidad y la tragedia. Hilos que tanto hacen sufrir a la gente, porque si ellos no supieran lo que es ser feliz tampoco se darían cuenta de lo melancólica que puede llegar a ser la existencia.
El amor lo es todo, lo había pensado de mil y una formas, acariciando el rostro de con el que más de una noche soñó recostado tras sus rejas, la forma de hacer el amor mientras iba a masturbarse en el baño, había pensado en el amor que la familia le había negado, el amor de la madre que siempre estaría esperándolo, y también el que puede dar alguna mascota.
Había salido y ahora tenía una cosa en mente, buscar una mujer, buscar aquella con la que había soñado, aunque estuviera casada y tuviera hijos. Al llegar a su colonia se enteró de todo, a él la prisión le había quitado también la oportunidad de amar; sin embargo, trataba de convencerse de que el amor no tiene imposibles, el amor existe y el hombre debe aferrarse a él para sobrevivir.
No es necesario contar lo que sucedió, pero no tardó ni un mes en regresar a prisión de la que no podría salir, aquel hombre había hecho el amor, lo había hecho a la fuerza porque el destino no puede robarlo, lo había hecho en contra de la voluntad de la amada, y había sido tanto amor que la había dejado sin vida.
Luego entonces, supo que el amor es de dos y que por hacerlo de uno, siempre hay un camino trágico, porque la vida no es otra cosa que la emoción de conseguir cada día lo que se te quita y quitarte lo que te da, así es el destino siempre perfecto siempre oportuno siempre acorde a las decisiones que se toman, no hay nada más congruente que el destino cuando se ve como una realidad y no como una probabilidad, el destino es lo que es y jamás será lo que pudo ser.