Estados Unidos anunció este miércoles una recompensa de hasta dos millones de dólares a cambio de información que ayude a detener a dos jáqueres chinos acusados de ciberespionaje contra agencias federales.
El Departamento de Estado informó de esta recompensa para detener a Yin Kecheng y Zhou Shuai, dos miembros del grupo de Amenazas Persistentes Avanzadas 27 (APT27), acusados por la Corte del Distrito de Columbia de llevar a cabo esta campaña de intrusión, que en el caso del primero empezó en 2013.
Esta información fue publicada después de que el Departamento de Justicia acusara a 10 jáqueres chinos y a dos funcionarios del país, entre ellos estos dos miembros de APT27, de haber llevado una campaña de ciberespionaje contra agencias federales y estatales, entre ellas el Departamento de Tesoro estadounidense.
La campaña que han llevado a cabo «durante años» afecta a «críticos y disidentes de la República Popular China asentados en Estados Unidos, una gran organización religiosa, los ministerios de exteriores de varios gobiernos en Asia, y agencias gubernamentales estadounidenses».
Todo se gestó desde la empresa «aparentemente privada» del Gobierno chino Anxun Information Technology, también conocida como ‘i-Soon’, así como APT27.
«Durante años, el gobierno de China, sobre todo, sus ministerios de Estado y de Seguridad Pública, ha alentado, apoyado y confiado en contratistas privados y empresas tecnológicas chinas para jaquear y robar información de una manera que ocultara la participación del Gobierno», dijo un oficial del Departamento en una rueda de prensa telefónica.
Según explicó, los ministerios chinos emplearon una extensa red de empresas privadas y trabajadores autónomos para robar información sin que el Ejecutivo pudiera ser señalado.
La acusación estadounidense se llevó a cabo en la Corte del distrito sur de Nueva York y en la Corte Federal del Distrito de Columbia, que señaló a los miembros de APT27.
Un funcionario del FBI avanzó en la llamada que han anunciado acciones similares contra actores rusos y alertó de la proliferación de estos jáqueres.
«Estos actores que están llevando a cabo operaciones cibernéticas con proxies y la asistencia del sector privado se están convirtiendo en un ecosistema generalizado. Y creo que seguiremos viendo esto en el futuro», apuntó.