Más de 30 expositores hidalguenses, entre empresas consolidadas, emprendimientos colectivos y proyectos de economía social, participaron activamente en el pabellón “Hecho en México” durante la séptima edición del Tianguis Nacional de Pueblos Mágicos 2025, celebrado del 13 al 16 de noviembre en Pachuca de Soto.
La incorporación del “Plan México” al tianguis fue impulsada por el gobernador Julio Menchaca Salazar con el propósito de fortalecer un crecimiento económico sostenible, inclusivo y competitivo, en concordancia con las políticas de desarrollo promovidas por la presidenta Claudia Sheinbaum.
El enfoque apunta a elevar el bienestar social y ampliar las oportunidades para pequeñas y medianas empresas que buscan posicionarse en nuevos mercados.
Entre los participantes, Casa Coyotes, de Zempoala, presentó su Sal de Chinicuil bajo el distintivo “Hecho en México”. Su fundador, Jesús Avilés, resaltó que el acompañamiento institucional ha sido clave para profesionalizar procesos y fortalecer la comercialización. “Si una pyme consigue la venta legal y la explotación responsable, beneficia a todos los hidalguenses. Mi sueño es que esta bebida y esta sal sean motores económicos de mi municipio”, afirmó.
Otro ejemplo del impacto del distintivo es Deli que Pica, marca originaria de Omitlán de Juárez. Su representante, Alejo Navarrete, destacó que el apoyo de las secretarías de Turismo y Economía ha permitido mejorar procesos productivos y abrir espacios de mayor alcance comercial a fin de posicionar sabores regionales, como el xoconostle y los chiles locales.
“Nos ha abierto varias puertas; ahora queremos crecer, exportar y que nuestros productos sean reconocidos a nivel internacional”, expresó.
El pabellón “Hecho en México” reunió a más de 100 expositores de todo el país, entre ellos productores hidalguenses certificados con esta distinción, que reconoce estándares de calidad y garantiza que los artículos nacionales “están bien hechos”.
Además, artesanas y artesanos indígenas de Hidalgo participaron a través de la Comisión Estatal para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CEDSPI), mostrando textiles, alimentos, piezas de fibras naturales y artesanías tradicionales que reflejan el potencial económico y cultural del sector.
Para productores como Claen González, panificador de Atotonilco el Grande, la certificación ha marcado la diferencia en su crecimiento comercial. “Te abre muchas puertas. Es un plus porque demuestra calidad. Realmente vendes mucho más. Yo invitaría a otras empresas que van empezando a que se animen”, afirmó.
De acuerdo con la Secretaría de Economía federal, hasta mayo de 2025, un total de 623 empresas estaban certificadas con el distintivo, mientras que más de 2 mil negocios se han sumado a la campaña nacional para promover el consumo interno.
En Hidalgo, el número de emprendedores que buscan obtener la certificación continúa en aumento, respaldados por un gobierno que apuesta por la soberanía productiva y la integración de más negocios locales a las cadenas globales de valor.
Con esta participación, Hidalgo consolida una política económica que reconoce el talento local, impulsa la competitividad y posiciona al estado en la escena nacional.


