España, en marcha. China, en natación artística. Y la ecuatoriana Lucía Yépez, en lucha. Son tres de las imágenes de ayer. España abrió la jornada con un oro en maratón mixto de relevo. Un extremeño, Álvaro Martín, y una granadina, María Pérez, son la pareja de oro del atletismo español. En París, al igual que hicieron el pasado año en Budapest, han vuelto a demostrar el nivel de la marcha española, pulida con esmero y dedicación por José Antonio Carrillo y Jacinto Garzón.
China fue oro en la natación artística y la ecuatoriana Lucía Yépez en lucha, animó los Juegos Olímpicos. Estas son las principales noticias de la jornada:
María Pérez y Alvaro Martín, oro en marcha
Llerena, en Badajoz, y Orce, en Granada, son dos pueblos separados por unos 400 kilómetros y unidos por una misma pasión, la de sus paisanos Álvaro Martín y María Pérez, dos atletas que están paseando el nombre de sus localidades y de España entera por todo el mundo.
Álvaro y María. María y Álvaro. Una pareja que ha devuelto el esplendor a la marcha española conquistando en apenas un año los mayores títulos deportivos que uno puede lograr.
En agosto de 2023, en el Mundial de Budapest, ambos ganaron el oro en los 20 y 35 km, y un año después, en los Juegos Olímpicos de París, con la torre Eiffel casi a sus pies, en Trocadero, lograron otro metal dorado en el nuevo maratón mixto por relevos, una prueba inédita. Eso una semana después de recoger una plata en los 20 km, en el caso de la granadina, y un bronce en el del extremeño.
Sus nombres son sinónimo de éxito pero también de esfuerzo, humildad, trabajo y dedicación. Cuatro cualidades innegociables para Jacinto Garzón y José Antonio Carrillo, los respectivos entrenadores de María y Álvaro y artífices, en gran parte, de estos resultados.
Garzón, de Granada, nacido en 1982, es analítico y entusiasta de su tarea como entrenador. Pertenece a una generación completamente distinta a la de José Antonio Carrillo, que, un año antes, montó el Club Athleo en la localidad murciana de Cieza, inspirado por la ilusión que le despertó ver la película ‘Carros de fuego’. Ahora, a sus 67 años, ha cumplido sueños y su sonrisa la pasea cada vez más orgulloso por todos los grandes campeonatos del mundo, siempre con su sombrero de paja sobre la cabeza.
Los dos son entrenadores 24/7. Veinticuatro horas y siete días a la semana. Igual que María y Álvaro, cuya rutina de entrenamientos y cuidados es espartana. Han renunciado a mucho durante estos últimos años, a veces incluso asumiendo un alto coste personal. Por eso, los éxitos saben mejor.
China manda en la natación artística; España vuelve al podio doces años después
La natación artística española volvió a subir a un podio olímpico doce años después, tras colgarse este miércoles la medalla de bronce en la modalidad por equipos en los Juegos de París.
Un metal que premió la fortaleza de un grupo que, perjudicado por la decisión, nada habitual, de revisar las puntuaciones de Estados Unidos y Japón en la rutina libre, pasó de tener casi encarrilado el podio a verse inmerso en una intensa batalla con norteamericanas y asiáticas por las medallas.
Duro golpe que pareció afectar a las pupilas de Mayuko Fujiki que en la segunda de las tres jornadas en las que se dividió la final, la dedicada a la rutina libre, se vio claramente superado Estados Unidos, que puso rumbo hacia la medalla de plata, que finalmente acabó conquistando.
Una circunstancia que condenó al equipo español a tener que conformarse con pelear por la medalla de bronce con Japón, ya que el oro parecía propiedad de la inalcanzable China, en una jornada final en la que las españolas partían con 10,0822 puntos de ventaja sobre las niponas.
Es un escaso botín si se tiene en cuenta la medalla de bronce que el equipo japonés se colgó en los Mundiales de Fukuoka de 2023 en la rutina acrobática, la especialidad en la que España y Japón se jugaron este miércoles el último escalón del podio.
Pero el equipo español, como señalaba el nombre de su ejercicio acrobático «One shot, one opportunity», no estaba dispuesto a dejar pasar la ocasión de subir a un podio olímpico que se le resistía desde los Juegos de Londres 2012.
Algo que consciente o inconscientemente parecieron tener los organizadores de los Juegos Olímpicos de París, que eligieron a Ona Carbonell, doble medallista de plata en la capital británica, para ser la encargada de dar los tres bastonazos con los que se declaró abierta la jornada de competición.
Un aliciente más para Txell Ferré, Marina García, Lilou Lluís, Meritxell Mas, Alisa Ozhogina, Paula Ramírez, Iris Tió y Blanca Toledano que brillaron como nunca con sus figuras y acrobacias en una mezcla de músicas que fusionó el ‘O Fortuna’ de Carl Orff con el rap de Eminen y su ‘Loose yourself’.