ES VIERNES, Y EL CUERPO LO SABE. – Esta agencia del recontra espionaje, ha decidido que los días viernes de cada semana, sea un momento para la reflexión filosófica reguetonera. Donde al ritmo del más reciente éxito, donde todo el tiempo la cantante dice que ya quiere su croquetita, abordemos el asunto político, no menos croquetón, y descubramos que, después de todo, hay vida para los que perdieron el hueso, los que ven lejos regresar al poder que era suyo y casi escriturado. Así que por adelantado le insistiré en que estos días serán todo, menos guía para el imberbe político que baila con cerveza en la cabeza, o desfiguros por el estilo. Dicho lo anterior: empezamos.
CULTOS Y CABALLEROSOS AL VOLANTE. – No hay como manejar en esta ciudad del bello aire. Porque uno no se cansa de ver y escuchar a verdaderos caballeros del volante, que lo mismo son taxistas, conductores de autobuses, de vehículos particulares, con la costumbre de mandar saludos a las santas madrecitas de quienes se cruzan en su camino. Caballeros cual Don Quijote de la Mancha, que lo mismo declaman un verso de Sigüenza y Gongora, que de Pessoa. Su amabilidad espanta, en serio, porque dispuestos están a batirse en duelo para defender a viudas y desfacer entuertos. Eso sí, no los interrumpa, porque por vida de Dios, que capaces son de interrumpir su declamación para dejarlo sin dientes. ¡Estos caballeros al volante!
¡PERO LOS HAY OTROS MALANDRINES! – Cierto, los hay que son bribones y malandrines, que no dejan de zaherir a sus semejantes, a veces de palabra, otras con tremendas madrinas que dejan en la lona a contrincantes, sin tomar en cuenta su edad, algunos incluso cercanos al ocaso de sus existencias. Testimonios hay al por mayor, con cientos, miles de vistas en ese mundo de la ilusión que es el internet. El hecho es que no pasa día, sin que algún tunante taxista, o algún ciudadano torvo y facineroso, deje cual Santo Cristo a un semejante, nomás por puro gusto y gandallez.
Y PARA CERRAR LA SEMANA.- Del mismísimo bote de basura, sacarán lo que sea necesario, para sumar adeptos a sus postulados. Esa es la política de todos los tiempos, en que todos han caído en la cuenta, de que lo peor que les puede pasar, es que ya nadie hable de ellos. “¡Mal, que me ridiculicen, pero que hablen de mí, que no me olviden, que se comente algo de este adepto de los reflectores!”, dicen dijo el maestro en el arte de mercadotecnia política. Y sí, político que deja de ser tema del día, de a perdida la semana, es que ya marcha rumbo al camposanto.
Aviso para que no digan: Esta columna se nutre de comentarios recabados por agencias del Recontra-Espionaje, muy similares a las que popularizó el “Súper Agente 86” en sus tiempos. Como tal, lo que publicamos puede que sea cierto, puede que no, o todo lo contrario. Está usted en libertad de creer o no lo que lee, recontra-enojarse, recontra-carcajearse y hasta recontra-recordarnos a nuestra jefecita (nosotros recontra-haremos lo propio). Avisado está usted.
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