Pulso del Mezquital
Si algo tenemos los hidalguenses, es que en política y en la piñata, desconocemos a la familia o a los amigos por un voto, ya después de las elecciones uno vuelve agarrar confianza, nos ofrecemos disculpas, sobretodo si nuestro candidato o candidata pierde o en otros casos, en caso de ganar, no nos volvemos a dirigir la palabra, porque obviamente uno se vuelve insoportable y más si nos dan el jale de saca copias por el que luchamos a muerte sin límite de tiempo.
Basta que uno salga de candidato, fotografías comprometedoras, amigos y ex parejas resentidas, quienes comienzan a divulgar información del pasado que uno ya había mandado a guardar al cuarto de servicio de nuestra memoria.
Esa información, normalmente sale a relucir, gracias a la filtración que hacen algunos “amigos”, familiares resentidos o ex´s despechados, despechadas o despechades, que simple y llanamente no toleran que uno los haya superado y justo cuando nos empieza a ir bien, salen con cosas que a uno le provocan bochornos y se nos sube el color, porque lógicamente uno pensaría que esos detalles estaban resguardados en el secreto de la confesión.
Algunas y algunos candidatos, terminan siendo como la chía o el nopal, les salen un montón de propiedades o resultan ser todos unos Diógenes, o sea que dieron genes por aquí y por allá. Basta que un opositor tenga esta información a la mano y entonces, los acuse de haberse ido por los cigarros y no volver.
Bueno, todos estos ligeros detalles de los que uno se viene a enterar en las campañas, normalmente en los verdaderos debates se utilizan para aumentar el rating, sacar chispas y que de esos encontronazos, no solo cada uno se vaya con su golpe, algunos les dejan abolladuras y hasta hoyos en la lámina, que ni con parches, pasta, cemento, nada lo puede arreglar.
Pero en Hidalgo, le hemos fallado al respetable, que a menos que se quiera poner una aburrida o busque cómo conciliar el sueño, le recomendamos seguir los debates de los presidentes municipales o de diputados.
Y es que no existe un candidato que realmente diga cómo va a resolver las cosas, en realidad es una letanía de buenas intenciones, cosas que ya están o que simplemente no se van a realizar, por aquello de no asumir el condenado costo político. Otros, pues prometen mucho y si alguien con un mínimo conocimiento de la administración pública, sabe de las limitaciones y que nos están mintiendo.
Las propuestas son lo de menos, uno esperaría de esos debates, que al menos se discutan sus pasados, sus presentes, sus temas de salud mental, sus ligas personales y económicas, su situación patrimonial y de sus cercanos, porque ahí radica el tema, porque unos entran a pie y terminan con automóviles de lujo.
Lógicamente también es muy importante, conocer sus propuestas, pero sobre todo cómo va a hacer. Pero en las condiciones actuales de la precaria política que se vive, uno esperaría una verdadera discusión y no solo un rosario de palabrerías. Debates buenos, el de presidencia, que lo obliga a uno dejar el quehacer con tal de ver cuando se sacan sus trapitos al sol y sobre todo, lo más importante, los memes.
En corto:
- El candidato a la presidencia municipal de Ixmiquilpan, por el PT, Cipriano Charrez, esperaba reunir más de 10 mil personas en su arranque de campaña, no logró superar las 500.
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