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viernes, junio 6, 2025

Corruptos o idiotas, no hay más

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EL PEQUEÑO TIMMY

El bajo nivel intelectual de un prófugo de la justicia queda en evidencia cuando por querer comprar una propiedad en el extranjero lo detienen para extraditarlo y hacer efectiva la ficha roja emitida por la Interpol tras ser acusado en Hidalgo de ser el autor intelectual de la denominada Estafa Siniestra, esto le ocurrió al excontralor durante el gobierno de Omar Fayad Meneses, “César” R. M. cuyos apellidos no diré porque luego dice que son puras mentiras y anda hablando a las redacciones de los periódicos para tratar de lavar su nombre. 

Esta situación paradójica en la que se ve envuelto un exfuncionario público con cara de “Morita”, como el apellido que no diré, genera otra vez la sospecha de que el verdadero autor intelectual de toda esa robadera de recursos públicos no fueron los funcionarios que ahora son perseguidos o que ya cayeron en manos de la “ley”. 

Y es que alguien que tuvo un nivel de funcionario estatal y que fue capaz de armar todo un esquema de corrupción para robarse el dinero de las arcas públicas debería saber que hay actividades que no se deben hacer cuando estás fichado por la Interpol, es más, deberías saber en qué países podrías estar sin problema ni riesgo a una extradición. 

En una serie de televisión o de transmisión por internet (streaming), un plan perfecto para un perfil criminal es ocupar algunos perfiles para que ejecuten el plan, luego él hace su trabajo y deja a todos embarrados, mientras esta persona “el autor intelectual” permanece impune e incluso hasta un cargo público en el extranjero le dan, no es el guion de la Ley de Herodes ni tampoco algo ficticio, en Hidalgo la ciudadanía sigue preguntándose porque la cabeza del gobierno estatal anterior; es decir, Omar Fayad Meneses, está como embajador de México en Noruega mientras aquí caen muchos de sus funcionarios, personas de su confianza que él mismo colocó en su gabinete y equipo de trabajo. 

Esta reflexión deja a Omar Fayad Meneses en un papel similar al de Felipe Calderón con Genaro García Luna, aunque con la gran diferencia de que en la primera relación el segundo tenía mucha más autonomía con respecto al entonces presidente de la República; es decir, solo hay de dos sopas, Omar Fayad es un tonto o corto de entendimiento que es la definición de “idiota” por no haberse dado cuenta del mega fraude que cometió su equipo de trabajo, o bien Omar Fayad Meneses es un corruptazo que se armó todo este engranaje para culpar despúes a sus incondicionales e incluso entregarlos a cambio de impunidad. 

El caso de la Estafa Siniestra en Hidalgo está dejando en una encrucijada al gobierno de Julio Menchaca Salazar ya que por una parte, el comienzo de esta administración fue con la espada desenvainada, con la presunción de haber detectado una estafa y con la promesa de hacer justicia; sin embargo, no es posible que se crea un discurso de inocencia cuando todo apunta a que uno de los responsables fue el titular del Poder Ejecutivo en la administración anterior. 

Mientras caen algunos funcionarios de gabinete y muchos más de bajo nivel todos de la administración anterior a la de Julio Menchaca, la atención del pueblo sabio se centra en un solo perfil, el de Omar Fayad Meneses, y dudan que el gobierno estatal actual, el que prometió un cambio verdadero, presente en el banquillo de los acusados al exgobernador que con tal de quedar bien con Andrés Manuel López Obrador, en sus últimos años de gobierno, fue más morenista que los de ahora. 

Así que juzgue usted: ¿Omar Fayad fue un tonto que no sabía lo que hacían sus funcionarios o fue la mente maestra y corrupta que armó la Estafa Siniestra? ¿El gobierno estatal legitimará el discurso de Omar Fayad cayendo en el mismo papel de “no me doy cuenta”? Porque si así siguen las cosas, en un par de años este mismo cuestionamiento sobre el gobierno de Omar Fayad recaerá en la administración actual. ¿Será capaz el gobierno de la Cuarta Transformación de decir “ay no me di cuenta”?

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