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miércoles, diciembre 17, 2025

Consulta: no ganaron los ciudadanos, ganaron grupos políticos que quieren el poder

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RETRATOS HABLADOS

Con una participación ciudadana del 8.77 por ciento  de la lista nominal de los municipios de Tula, Atitalaquia y Tlaxcoapan, equivalentes a 12 mil 259 votos, de un total de 139 mil 831 ciudadanos, y de los cuales 4 mil 334 dijeron que sí, contra 7 mil 736 optaron por el NO, se dio por concluida la consulta para decidir si se construía o no se construía el Parque Ecológico y de Reciclaje en Hidalgo (Parque de Economía Circular), justo en terrenos abandonados donde se proyectó hacer una segunda refinería en la administración del ex presidente, Felipe Calderón.

¿En realidad quién ganó o quién perdió? Es evidente que nadie, porque con una votación tan raquítica, que en definitiva no representa la voluntad real de los habitantes de la región, que debiera haber dado paso a una nueva consulta, si existiera un porcentaje mínimo de sufragios que la hiciera valedera para tomar una decisión tan importante, es absurdo parar en seco un proyecto como el anotado.

Ganaron, eso sí, los grupos políticos y económicos de la entidad, que lograron imponer una narrativa sostenida sí, por engaños al por mayor, en que se anunciaba una mega obra con supuestos beneficios sociales inimaginables, para quedar convertidos en vertederos de agua contaminada en un nivel crítico, en el caso de la llegada de aguas negras de la zona metropolitana de la zona centro del país sin ningún tratamiento, y lo mismo con la refinería Miguel Hidalgo. 

La desconfianza no era gratuita, pero también, por vez primera, existía un compromiso presidencial en todo el sentido de la palabra, vaya pues, como nunca en toda la historia de la entidad se había dado, porque la presidenta Sheinbaum es consciente de la injusticia histórica que ha padecido el estado de Hidalgo.

Por otro lado, las consultas no pueden sustituir a los estudios de impacto, pero sobre todo a la palabra empeñada de una presidenta, de hacer realidad una obra compensatoria para resarcir todo el daño provocado.

Se trataba de un proceso largo, sin plazos perentorios, sin prisas, para que no hubiera sorpresas de ningún tipo, y que el ciudadano, no el pueblo inventado, observara que sí, que efectivamente llegaba una obra ajena a lo que la campaña negra auspiciada por personajes de la política y el dinero bien identificados calificó de antemano como un engaño, que dio paso a dar por sentado, un hecho pues, que la intención era casi matar toda la población de la región activando un plan de Mega Contaminación.

Pero ganaron estos sujetos, aprovecharon una consulta absurda que no era ni necesaria, ni urgente, para imponer sus intereses, y sus intereses van por fijar que la victoria de una minoría que no representa ni el 9 por ciento de los que pudieron ir a votar, es la victoria de los que salvaron a todos de morir víctimas del plan maquiavélico y malvado de una presidenta que pretendía hundirlos en la podredumbre.

No era así, pero ganó ese grupo minoritario que tiene padrinos políticos poseedores de recursos económicos más que abundantes, siempre sacados de presupuestos que manejan a su entero gusto para sus intereses particulares.

Y no, por lo menos hasta el momento es evidente que el Parque se va a otra parte.

Veremos en un futuro nada lejano, qué dirán estos grupos que ganaron con el NO, no a los que optaron por el SÍ, sino a los que simplemente hicieron caso omiso de una Consulta que, como dijo el clásico, “cayó como anillo al dedo” a los a toda costa bloquearán lo que no sea para su conveniencia.

El objetivo de estos grupos, está claro, es tomar el poder por asalto, ya dueños de enclaves de poder en territorio hidalguense.

Lástima, porque a la palabra de una presidenta, debe darse cuando menos el beneficio de la duda. Esta vez le iba a ir bien a una región tan lastimada como la de Tula.

Mil gracias, hasta mañana.

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