IGUALDAD SUSTANTIVA, EMPODERAMIENTO EFECTIVO
En muchos países de América Latina, entre ellos, México, celebran el día del comerciante el 31 de julio como una oportunidad para reconocer y reflexionar sobre la importancia del comercio y los pequeños negocios en la economía, sin dejar de soslayar la desigualdad de género en torno al trabajo informal.
Las desigualdades que enfrentan las mujeres en el ámbito comercial informal centra el protagonismo de mujeres en esta actividad, debido a que representan una proporción significativa de los trabajadores informales en muchas regiones del mundo; dentro de las actividades que realizan son: ventas ambulantes, microempresas familiares y pequeñas tiendas, muchas veces en condiciones precarias, enfrentando mayores riesgos de explotación, bajos ingresos, falta de acceso a la protección social y derechos laborales, así como obstáculos para acceder a financiamiento y capacitación.
El empleo informal en México, que en 2020 representaba el 56 por ciento del total de esta población, muestra una marcada desigualdad de género, siendo generalmente mayor en las mujeres que en los hombres en todas las áreas. Aunque en los años recientes ha habido una ligera disminución en su participación, las mujeres han enfrentado pérdidas más significativas durante la crisis sanitaria por la Covid 2019, especialmente en el empleo informal, con mayor efecto en 2020 y 2021.
Este problema estructural tiene raíces profundas en una estructura productiva heterogénea, donde pocos sectores de alta productividad generan una pequeña parte del empleo, mientras la mayoría trabaja en actividades de baja productividad. Las políticas sociales, tributarias y de redistribución implementadas no logran equilibrar esta situación, se tienen valores entre 0.45 y 0.46 en los últimos años de la región.
La desigualdad se hace presente con la exclusión económica y social, el bajo desarrollo humano, la falta de servicios y oportunidades, que impacta fuertemente en la pobreza histórica en un círculo vicioso, requiriendo urgentemente transitar a un círculo virtuoso del desarrollo con la inversión pública focalizada, el acceso a servicios y oportunidades, la inclusión y cohesión social, y el desarrollo de capacidades.
La interrogante es: ¿cuántas generaciones habrán de pasar para salir de la pobreza con el comercio informal? Este es un indicador poderoso y bien documentado por organismos como la OCDE, a un niño nacido en un hogar de bajos ingresos en países como Colombia le tomaría 11 generaciones alcanzar el ingreso medio del país.
En Brasil, le tomaría 9 generaciones, el promedio para los países de la OCDE es de 4.5, en Guatemala, aunque no hay datos específicos, se explica por factores «heredados», como el origen étnico, el nivel educativo de los padres y el lugar de nacimiento.
La información para México no está dada, pero podemos hacer una estimación basada en los datos anteriores y contemplando que con un promedio de 4.5 generaciones, se obtiene que México está en un contexto latinoamericano y tiene desigualdades similares a países como Colombia y Brasil, la estimación más prudente sería que le tomaría aproximadamente entre 9 y 11 generaciones salir de la pobreza si no se implementan cambios significativos.
Es decir, si consideramos una generación promedio de 25 años, entonces tenemos que si fueran 9 generaciones x 25 años sería un total de 225 años, en el caso de que fueran 11 generaciones x 25 años, serían 275 años, por lo tanto, en términos de tiempo, serían entre 225 y 275 años para que una persona nacida en un hogar de bajos ingresos en México alcance el ingreso medio del país, si no hay cambios en las políticas sociales y económicas.
En conclusión, el Día del Comerciante invita a reflexionar sobre las desigualdades estructurales y a promover acciones que contribuyan a la igualdad y derechos de las trabajadoras informales para revertir la pobreza.