Con un hundimiento promedio de 10 a 30 centímetros anuales, la Ciudad de México tendrá zonas “inhabitables” y se verá obligada a realizar “desplazamientos forzados” en menos de 10 años para poder hacer frente a las inundaciones y la falta de agua, alertaron este martes a EFE geólogos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La densidad poblacional en la metrópoli mexicana que provoca una “irracional” extracción de agua de pozos subterráneos, sumado al peso de las construcciones, hacen que la compactación arcillosa y volcánica del suelo haya llegado al límite de su capacidad, lo que provoca una subsidencia (hundimiento gradual del terreno) que alcanza hasta 40 centímetros anuales en algunas colonias de la ciudad.
El ejemplo más evidente de esta situación es el icónico monumento al Ángel de la Independencia, al que “cada determinados años le tienen que añadir un escalón” debido al descenso del terreno que lo soporta, explica Sergio Rodríguez, geólogo de la UNAM.
«Este es el punto de no retorno. Ya no hay forma de parar este proceso», sentencia Wendy Morales, geóloga de la UNAM, quien señala que «pueden pasar dos cosas»: que los gobiernos y la población se adapten, lo que aumentaría los grados de marginación; o que se produzcan desplazamientos forzosos a otras zonas del país.