Como cada año, las celebraciones del 12 de diciembre comienzan desde un día antes con la veneración a la imagen de la Santa María de Guadalupe. En este año, el pueblo peregrino de distintas localidades del Estado se hicieron presentes en la Basílica Menor de Santa María de Guadalupe, en la ciudad de Pachuca, a 493 años de las apariciones de la “Santísima Virgen” a San Juan Diego.
Los fieles creyentes se reunieron con el acompañamiento de mariachis, fuegos artificiales y porras típicas para rendir culto, a quién a lo largo del año, los acompaño y bendijo con amor, salud y esperanza. La fe, los agradecimientos y las plegarias que se depositaron en la Virgen María, se vieron reflejados en los creyentes a través de sus imágenes cargadas con cariño y orgullo.
Las misas de celebración matutinas, fueron llevadas a cabo por el Obispo Oscar Roberto Domínguez Couttolenc, comenzaron desde las siete de la mañana y continuarán a lo largo del día para recibir a los peregrinos y honrar a la Guadalupana en este día especial del catolicismo y la cultura mexicana.
Al final de cada misa, cientos de peregrinos se acercan a los sacerdotes para que sus imágenes y figuras alusivas a la Virgen, sean bendecidas. Posteriormente se toman el tiempo de conocer y apreciar la mercancía que se encuentra a las afueras de la basílica menor, algunos otros se tomaron el tiempo de degustar de alimentos que se ofrecen en la pequeña feria que se instaló por la zona.
Nuevamente en este año, la Basílica Menor de la Santa María de Guadalupe tuvo una respuesta de visita favorable por peregrinos y fieles creyentes del catolicismo. Una fe que con el paso de los años, “une al pueblo de México”.