De manera voluntaria y acompañadas por organizaciones, familias indígenas embera asentadas en el Parque Nacional regresarán a sus territorios el próximo 29 de julio, según informó este miércoles la Unidad para las Víctimas.
En total son cerca de 200 personas las que retornarán a sus territorios, según explicó la directora de la Unidad para las Víctimas, Lilia Solano, en declaraciones a la prensa.
“Ya salieron hacia allá un grupo de líderes emberas para asegurarse de que las condiciones son seguras para los regresos», añadió la directora.
Estas familias, que abandonaron sus hogares hace años por el conflicto armado, llegaron a la capital hace diez meses escapando de la violencia que acechaba sus territorios, y repartidos en tres puntos de la ciudad se mantuvieron esperando en condiciones de precariedad.
El objetivo del viaje de los líderes de este martes fue asegurarse de que esas condiciones no se repitan y puedan regresar a sus vidas antes de que tuvieran que abandonarlas.
“Cocinamos con la leña que tenemos que cortar con machetes, pero no tenemos alimentos, solo el arroz, que se acaba muy rápido», explicó el mes pasado a EFE Demetrio Arias, uno de los líderes embera, quien añadió que pasan mucha hambre y que el Gobierno no les proporciona comida.
Ahora, acompañados por organizaciones y otras instituciones oficiales e indígenas, planean conversaciones con alcaldías y comunidades de los municipios de Bagadó y Pueblo Rico, en los departamentos del Chocó y Risaralda, para buscar estrategias que eviten que vuelvan a ser desplazados a otros lugares del país.
“Ellos mismos nos lo han pedido, y hemos facilitado tres opciones: una es el retorno, otra es la reubicación en otros lugares del país, y por ultimo la integración (…), ellos también quieren integrarse y tienen derecho a encontrar un lugar y desarrollar un proyecto de vida”, dijo Solano.
Según la institución, 633 personas de las 779 asentadas en el Parque Nacional en el primer trimestre de 2024 manifestaron voluntad de retornar a sus territorios.
Seguridad de los niños
La directora aseguró que una de las preocupaciones principales de la organización es la seguridad de los cientos de niños y adolescentes que viven en condiciones precarias.
No solo los menores, sino que también preocupan las 65 mujeres embarazadas que viven en el parque y ”no están recibiendo la atención medica que necesitan”.
La directora no agregó información sobre cual será el procedimiento de acompañamiento de las familias, pero sí aclaró que ”no viajarán solos”.
Una vez se vayan las del Parque Nacional a finales de este mes, el próximo 12 de agosto regresarán las familias ubicadas en la Unidad de Protección Integral (UPI) La Rioja y el 14 del mismo mes las familias asentadas en la UPI La Florida.