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domingo, octubre 26, 2025

Cardenal venezolano dice que autoridades le impiden ir a pueblo de José Gregorio Hernández

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El cardenal venezolano Baltazar Porras denunció este sábado que las autoridades del país le impidieron viajar hasta el pueblo de Isnotú (estado Trujillo, oeste), donde tenía previsto asistir a una misa este domingo por el natalicio del médico José Gregorio Hernández, el primer santo del país suramericano, quien nació en esa localidad.

En un video publicado en Instagram, Porras aseguró que a él y a otras cuatro personas con las que se encontraba se les impidió dirigirse a Isnotú, por tierra, desde un aeropuerto en el estado Lara (oeste, cercano a Trujillo), en el que, aseguró, estuvieron «rodeados de una cantidad de militares armados hasta los dientes».

«Creo que no es la forma de celebrar el ejemplo que nos deja José Gregorio y que sirva de reflexión absolutamente para todos, y que esto significa sencillamente un atropello», expresó el también arzobispo emérito de la Arquidiócesis de Caracas, quien dijo que había sido invitado «desde hace tiempo» por la representación de la Iglesia católica en Trujillo.

Porras, quien iba en un vuelo privado, explicó que aterrizaron en Lara luego de que los pilotos recibieron la instrucción de «hacer escala en Barquisimeto», capital de esa región, porque había supuestamente «vientos muy fuertes en el aeropuerto de Valera (Trujillo)» y que, por esa razón, estaba «cerrado hasta horas de la tarde».

«Nos fuimos dando cuenta de que algo extraño estaba pasando. Logramos tener información directa de que el aeropuerto de Valera no estaba cerrado y que seguían llegando diferentes vuelos, pero llama la atención la militarización que se fue dando en el mismo aeropuerto de Barquisimeto», señaló.

Por tanto, prosiguió, decidieron seguir hasta Isnotú por tierra, opción que -denunció- fue «vetada por la fuerza pública», que no les «permitió prácticamente salir del aeropuerto».

«Tuvimos que volver en medio de un despliegue militar realmente inusitado, sin tener ninguna explicación», dijo el prelado.

Este hecho se sumó a un aviso que dijo haber recibido a la medianoche sobre la presunta suspensión del vuelo en el que tenía previsto viajar a Trujillo con la aerolínea estatal Conviasa en la mañana de este sábado.

Sin embargo, prosiguió, el aviso «solo fue enviado» a su correo porque, al final, el vuelo sí «salió y llegó de forma correcta a Valera».

Además, aseguró que previamente habían recibido una información sobre una llamada del Viceministerio de Asuntos Religiosos y Cultos a la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) sobre, dijo, la «inconveniencia» de que «se hiciera presente en Isnotú porque tenían noticia de disturbios y de cosas que se iban a realizar ahí».

El cardenal advirtió que «no hay una libertad» de que el «ciudadano pueda moverse de un sitio para otro».

«No tuvimos, por supuesto, ninguna agresión física ni nada, un silencio, pero lo poco que pudimos escuchar es que son órdenes superiores. (…) ¿Cuál es el delito que se ha cometido para que no pueda uno ir a cumplir con un deber religioso, un deber de celebrar y presidir una eucaristía?», agregó.

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