Título del libro: Botchan
Autor: Natsume Sōseki
Editorial: Alfaguara
Año: 1906
Soy una convencida de que las historias y los libros llegan a nosotros en el momento indicado. La literatura japonesa, con sus autores y sus historias llegó para quedarse y formar parte de mi vida. Uno de mis libros favoritos es Botchan, de Natsume Sōseki. Quizás la fascinación por Botchan se debe a la ironía con la que el autor relata las aventuras y desventuras de un profesor de la ciudad que llega a dar clases a una provincia, lo cual me hacía recordar mis propias anécdotas como profesora. Pero incluso el propio Sōseki fue profesor en cierto momento de su vida y puede que su novela cuente algunas de sus experiencias.
Botchan es la segunda novela del autor y fue escrita en la era Meiji de Japón (1868-1912), un periodo caracterizado por el comienzo de la modernización del país. Botchan es un joven de 23 años que desde niño ha vivido en la ciudad de Tokio y ha estado más bajo el cuidado la sirvienta Kiyo, que de sus padres, y es ella quien lo llama Botchan, que quiere decir “niño mimado”, por lo que siente más afecto hacia ella que por sus padres…
La historia comienza cuando después de terminar sus estudios, nuestro protagonista es enviado a una escuela rural de un pueblo lejano de Japón a dar clases de matemáticas. La novela da cuenta de las situaciones a las que Botchan se enfrenta en un contexto totalmente desconocido para él, pues recordemos que toda su vida la ha pasado en la ciudad, así que padecerá varios contratiempos para adaptarse a la vida en el pequeño pueblo. Esta nueva realidad y el carácter franco e impulsivo de Botchan dan pie a diversas situaciones entre divertidas como inaceptables para el protagonista. Es nada más llegar a su primer día de clases y los alumnos le gastan bromas, pero no solo ellos, sino también sus compañeros profesores. Al ser el nuevo en el pueblo, todos parecen estar al pendiente de su vida y de lo que hace, lo cual se lo hacen saber cada día en la escuela cuando refieren a actividades que él ha realizado fuera del salón de clases. Botchan no comprende cómo es que eso sucede.
Más allá de que Botchan encontrara un refugio o apoyo con sus compañeros profesores, es todo lo contrario. La novela resalta la doble moral de los personajes donde los profesores se sienten orgullosos y presumen grados académicos e intelectualidad, que en ocasiones no tienen, cuando en realidad son personas que se conducen con la hipocresía, la envidia, los celos, la traición y los chismes. Por tal motivo, Botchan les ha puesto apodos que reflejan su personalidad y así se dirige a ellos. Esto es parte del humor de la novela.
A pesar de la impulsividad de Botchan, él se caracteriza también por ser un personaje recto, justo y honesto, queriendo apegarse siempre a esos valores y a hacer lo correcto, lo cual lo lleva a meterse en problemas con los demás. Es esa personalidad la que nos gusta a quienes leemos la novela. Como ejemplo un extracto de la obra:
“¿De verdad pensaban estos mocosos que existe un lugar en el que puedes hacer algo malo y pedir inmunidad después? Estos chicos se comportaban como la gente que pide dinero y luego no te lo devuelven nunca. Se pasaban el tiempo en la escuela gastando bromas pesadas y mintiendo, pero seguro que al acabar y recibir un título se paseaban por el mundo haciendo creer a los demás que habían recibido una educación. ¡Qué grupo de farsantes! (…) Es posible que descuidara mi aspecto o la forma de expresarme, pero estaba seguro de que mi corazón era más noble que el de esos sinvergüenzas. Sé cuando he hecho algo malo y lo acepto.”
De este modo, la novela de lectura fácil y llena de humor, nos muestra una sátira social sobre las percepciones de la gente de pueblo ante quienes viven o vienen de la ciudad y viceversa, así como de las pretensiones humanas. Me pareció un libro divertido, pero con un personaje e historia que a pesar del paso del tiempo sigue siendo vigente a más de cien años de escribirse. Nos podemos sentir identificados con las anécdotas de Botchan y sus compañeros en la escuela y en el pueblo. La novela pone en perspectiva conflictos morales y sociales y cuestiona el hecho entre (fingir) ser un intelectual y la calidad ética y moral como personas, algo atemporal. Una lectura totalmente recomendable para estas vacaciones o para pedirla como regalo de navidad.
Talina Merit Olvera Mejía es doctora en Ciencias Políticas y de la Administración por la Universidad Complutense de Madrid, España. Ha sido profesora de licenciatura y posgrado desde 2007 a la fecha. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel 1.


