El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, dijo este lunes que las autoridades de su país investigan la veracidad de un vídeo sobre la captura por parte de Rusia de un ciudadano australiano que luchaba en las filas ucranianas.
«Son noticias preocupantes, y estamos trabajando a través del Departamento de Asuntos Exteriores y Comercio para proporcionar apoyo, incluyendo, para este caballero, tratar de averiguar los detalles y sobre estos hechos», dijo hoy Albanese.
«Sabemos que los rusos a menudo difunden información que no es correcta. Así que nuestra embajada en Moscú está trabajando», recalcó el mandatario australiano en una rueda de prensa sin confirmar la veracidad del vídeo o aportar más detalles.
Las declaraciones de Albanese fueron precedidas por la difusión hoy en los medios australianos de un vídeo, publicado inicialmente en canales de Telegram rusos, sobre el supuesto interrogatorio de un combatiente extranjero en Ucrania, quien se identificó como el australiano Oscar Jenkins, de 32 años de edad.
En el vídeo, el captor ruso abofetea a Jenkins después de que aparentemente este no entendiera la pregunta de por qué estaba en la localidad de Kramatorsk, a casi 700 kilómetros al este de Kiev, y si le pagaban por luchar.
Vestido con uniforme de camuflaje y con la cara sucia, Jenkins explica en inglés y en ucraniano incipiente que él es un profesor de biología que pelea por Ucrania para ayudar a este país a resistir contra la invasión rusa, de acuerdo a las imágenes citadas por los medios australianos.
La cadena pública australiana ABC informó hoy que Jenkins residió en la ciudad de Melbourne, donde estudio ciencias biomecánicas antes de mudarse a China en 2015, donde comenzó a enseñar dos años después en una universidad de ese país, aunque no está claro cuándo viajó a Ucrania para convertirse en combatiente.
Por su lado, el diario Sydney Morning Herald indicó que Alexander Sladkov, un corresponsal militar que trabaja para canales estatales rusos, explicó que Jenkins será juzgado y encarcelado como mercenario.
El rotativo agregó que este delito se castiga con hasta 15 años de cárcel en Rusia, donde se tramitan unas 600 causas penales contra combatientes extranjeros, la mayoría de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Georgia, Lituania y Letonia.