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sábado, junio 14, 2025

Así es la seguridad de EE.UU. por el Mundial de Clubes

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Desde una lista negra con miles de personas vetadas a las amenazas del Gobierno con deportar a aquellos que se queden más de la cuenta, Estados Unidos ha sacado a relucir un arsenal para reforzar la seguridad ante la llegada masiva de turistas por el Mundial de Clubes.

El regreso del presidente Donald Trump a la Casa Blanca ha endurecido las restricciones migratorias, despertando inquietud entre los millones de amantes del fútbol que acogerá el país a partir del 14 de junio al 13 de julio.

Al cartel de bienvenida para disfrutar de uno de los eventos deportivos más esperados del año lo acompaña en letra grande una invitación del Gobierno a volver a sus casas y evitar quedarse en territorio estadounidense más tiempo del necesario.

«Que vengan (los fanáticos). Queremos que celebren. Queremos que vean el partido, pero cuando se acabe, tendrán que irse a casa», advirtió el vicepresidente de EE.UU. JD Vance en una rueda de prensa en la que estaba sentado junto a Trump, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem.

Esta retahíla de medidas que ha tomado el país para evitar que los turistas se aprovechen de las citas deportivas para establecerse en el país cuenta con el apoyo de países como Argentina, uno de los más forofos del fútbol.

Las autoridades argentinas compartieron con el Gobierno de EE.UU. una lista con los nombres de más de 15 mil personas a las que han prohibido el ingreso a espectáculos deportivos, una medida que pretende fortalecer la cooperación internacional en la seguridad deportiva, explicó el pasado mes la Ministra de Seguridad Nacional de Argentina, Patricia Bullrich.

Objetivo: Evitar el caos de la Copa América

El refuerzo de las autoridades argentinas sirve de impulso en EE.UU. para dejar atrás una de sus mayores manchas negras: el caos y la violencia desatada en la final de la Copa América entre Colombia y Argentina en el estadio Hard Rock de Miami (EE.UU.) en julio del año pasado.

Los miles de aficionados de ambos equipos que se saltaron los tornos de acceso para ingresar al recinto, treparon vallas y se colaron a través de los conductos de ventilación del estadio  evidenciaron las taras en los estadios de EE.UU. de cara a la acogida de eventos masivos.

Casi un año después, el estadio se prepara para recibir a una de las grandes estrellas de este torneo, el argentino Lionel Messi, y su equipo, el Inter Miami, en el partido inaugural contra el egipcio Al Ahly el 14 de junio.

También desfilarán el Real Madrid, el Bayern de Múnich y el Boca Juniors, entre los clubes de mayor perfil de esta competición. En total, 08 partidos de la fase de grupos y otros dos de octavos que contarán con un aumento de seguridad con el que esperan redimirse de su pasado.

«Para la Copa Mundial de Clubes de la FIFA 2025, los fanáticos deberán pasar por múltiples puntos de seguridad y control de entradas para ingresar al Hard Rock Stadium», indicó en un comunicado un portavoz del recinto recogido por Axios.

Un ensayo para el hogar de los JJ.OO. de 2028

Ante un evento que calcula aportar 40 millones a las arcas públicas, la seguridad en el Mundial de Clubes Trazará el rumbo de las próximas competiciones deportivas: el Mundial masculino, que se celebrará en EE.UU., México y Canadá el año que viene; y los Juegos Olímpicos de Los Ángeles.

Las 11 ciudades estadounidenses anfitrionas del Mundial 2026, se encuentran en plena batalla con el Gobierno por obtener una financiación de 625 mdd para cubrir los costes de seguridad derivados del torneo, según informó The Atlantic.

Mientras en Los Ángeles ya se discuten iniciativas como el proyecto de ley presentado por la legisladora de California Tina McKinnor, que opta por añadir una tarifa de 05 dólares a la compra de entradas para fomentar el transporte público durante los JJ.OO. de 2028 en una de las ciudades con mayor concentración de vehículos particulares.

El dinero irá destinado a la red de transportes de la ciudad con el ánimo de aumentar la frecuencia de autobuses, líneas de metro y trenes, disminuyendo así el despliegue de personal de seguridad en las carreteras y autovías.

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