La Policía informó este jueves del arresto de seis miembros de la organización de la ceremonia religiosa en la que murieron 121 personas en una estampida en el norte de la India, mientras continúa la búsqueda de otros responsables del incidente.
«Seis personas, entre ellas cuatro hombres y dos mujeres, han sido arrestadas tras el incidente. Todos ellos son miembros del comité organizador y trabajaron como voluntarios», dijo a los medios el inspector general de Policía del distrito de Aligarh, Shalabh Mathur.
«Cuando ocurrió la estampida, los seis voluntarios que ahora están arrestados huyeron del lugar», indicó el oficial, que agregó que el principal acusado sigue prófugo.
Este no es, sin embargo, el gurú local Bhole Baba, que encabezó la ceremonia de oración y al que acudieron a ver unas 250.000 personas el pasado martes.
Según Mathur, el permiso para realizar el evento no se emitió a nombre de Baba, aunque señaló que están investigando los antecedentes criminales del líder espiritual, quien se encuentra en paradero desconocido desde el pasado martes, cuando tuvo lugar la estampida.
El predicador compartió ayer un comunicado con varios medios en el que acusó a «elementos antisociales» de estar detrás del accidente.
Al menos 121 personas, en su mayoría mujeres, murieron en el incidente, que se desató cuando varios de los asistentes intentaron acercarse al gurú para recibir su bendición, una vez terminado el evento.
El magistrado del distrito de Hathras, Ashish Kumar, afirmó a la agencia de noticias india PTI que el proceso de identificación de los cadáveres finalizó este jueves.
Las avalanchas y estampidas son fenómenos frecuentes en las celebraciones religiosas indias y se deben en gran parte a las deficiencias en la gestión de las concentraciones multitudinarias o a la precariedad de las infraestructuras que rodean los lugares de culto.
Para encontrar una estampida más mortífera que la de este martes, hay que remontarse a septiembre de 2008, cuando al menos 150 personas murieron y otro centenar y medio resultaron heridas en una avalancha humana en los accesos a un templo de la ciudad de Jodhpur, en el estado occidental indio de Rajastán.