La selección argentina de fútbol sala escribió otra página destacada de su historia al clasificarse por tercera vez consecutiva para la final del Mundial, en esta oportunidad el de Uzbekistán, al derrotar a Francia (3-2) en un abarrotado Humo Arena de Taskent.
Los galos exigieron al máximo al conjunto que entrena Matías Lucuix, campeón en Colombia 2016 y subcampeón en Lituania 2021, hasta tal punto que empataron en dos ocasiones y con el portero-jugador pusieron en apuros a Nico Sarmiento.
En la albiceleste emergió Kevin Arrieta, que entró a última hora en la convocatoria, con dos goles claves, un penalti para colocar el 1-0 y un doble penalti que situó a Argentina en la final en el minuto 35.
Los primeros ocho minutos fueron los más eléctricos del partido con un torrente de ocasiones en las dos metas.
Kevin Arrieta aprovechó, otra vez infalible con su potente zurda, la opción desde el punto de penalti para anotar el 1-0 en el minuto 3.
Pero las tablas llegaron tres después con el disparo, también con la izquierda, de Nicolas Menendez, aunque antes los colegiados anularon un gol a Francia al entender que el disparo de Abdessamad Mohammed no traspasó la línea de gol tras dar en el larguero.
Sin opción para respirar, Cristian Borruto se acomodó el balón en una acción personal y encontró en el otro costado a un Ángel Claudino que volvió a su cita con el gol y puso el 2-1 en el marcador en el minuto 8, que ya no se movió hasta el segundo periodo.
Pese a no tener un sufrimiento excesivo para el arco de Nico Sarmiento, los galos igualaron en el segundo tiempo al recoger Mamadou Touré el balón muerto del meta sudamericano tras un disparo de Menendez.
Tras varias opciones argentinas buscando el juego de Alan Brandi y Borruto en el pívot, la sexta falta francesa derivó en un doble penalti que Arrieta ejecutó de nuevo con maestría con su pierna izquierda y batió al meta Thibaut Garros, que salió a la pista para relevar a Lokoka en el minuto 35.
Francia recurrió a Touré, jugador del Barça, como portero-jugador y Sarmiento, a escasos segundos, le dio a Argentina el oxígeno para celebrar el triunfo.