EL PEQUEÑO TIMMY
Digan lo que digan, al menos en la percepción del pueblo, Tulancingo está que arde por el tema de la delincuencia: robos, asaltos en colectivas, asesinatos, presuntos ajustes de cuentas, cuerpos encontrados sin vida y crímenes que se esconden a la opinión pública, además de balaceras y múltiples intentos de extorsión a comerciantes, a lo que se suma la corrupción y el nepotismo de la presidenta Lorena García Cázares, esto último quedó evidenciado con sus familiares, bien acomodados en la nómina.
No es un hecho aislado, es el pésimo actuar que ha tenido el gobierno municipal, todos los señalan así en las calles, el voto que le dio el triunfo a la actual presidenta municipal que más tardó en asumir el cargo que en acomodar a su familia en diversos puestos de la administración pública, fue el voto que la gente dio a la esperanza de un gobierno nuevo cobijado por la ideología de Morena a pesar de no conocer a la candidata, de no reconocerla como vecina de la demarcación y de no saber siquiera de dónde venía.
Nuevamente, el sector empresarial se ve manchado con un perfil emanado de sus filas, el perfil de una empresaria que podría saber mucho de negocios pero nada de la administración pública, el gobierno y la política. Lorena García Cázares se ha comenzado a ver como uno de los perfiles más nefastos de la Cuarta Transformación en Hidalgo, y no es que lo diga yo, sino la gente del municipio que asegura que solo se le ve en eventos donde acuden funcionarios de niveles más altos, porque a las colonias donde medio se presentó para pedir el voto de confianza, no ha regresado para nada.
Y mientras la gente se pregunta: ¿Dónde está la presidenta? hay negocios asaltados, hay gente amedrentada, hay crímenes sin resolver, hay corrupción en el Ministerio Público, hay abuso de poder en diversas instancias y en contra de los trabajadores de base, quienes tienen que aguantar el carácter prepotente de directores y más funcionarios de diversas áreas con tal de no perder su empleo.
¿Dónde quedó el espíritu humanista de la administración que dice ser “Morenista”? en Tulancingo no existe tal cosa, la gente se siente robada, engañada y traicionada, el gobierno de Lorena García pareciera todo lo contrario a lo que pregona la Cuarta Transformación, y si no fuera por el gobierno federal que encabeza Claudia Sehinbaum, seguramente ni apoyos ni becas ni programas federales tendría la gente de Tulancingo.
Ahora dicen que la ola de violencia que se ha manifestado en Tulancingo es culpa de lo huachicoleros, sea la culpa de quién sea, no se ha visto la mano del gobierno municipal para enfrentar la situación, no hay estrategia, no hay acciones concretas, no hay un gobierno que dé la cara y resuelva la problemática, no basta con señalar posibles culpables si estos no están en prisión, si estos no pagan por los delitos que cometen, de qué sirve decir que son uno u otros si el estado que impera en la región es el de la impunidad.
¿De qué sirve que atrapen a un puñado de narcomenudistas mientras los grandes cárteles y sus células se pasean por las calles como si fueran empresarios, dueños de negocios legales? ¿De qué sirve decir que la culpa es de los huachicoleros, cuando se atrapan solo perfiles bajos, mientras los grandes cabecillas siguen libres y provocando el caos?
Ya lo dijo el pueblo de Tulancingo, no se equivoque señora presidenta, todos saben quienes son los delincuentes, lo que no se sabe es cuándo y dónde los van a encarcelar, ¿Cuándo habrá resultados? O el pueblo tendrá que esperar a que la víctima sea un familiar de la presidenta para que por una ocasión siquiera vean que sí hay reacción por parte de la autoridad…
Lo que no está en duda, es que Tulancingo en estos días está en llamas, la gente está preocupada, tiene temor y también acumula un gran rencor en contra de la presidenta municipal que pareciera que no existe más que para cobrar de manera puntual un salario que dicho por los tulancinguenses: “no se merece ni tantito”.