CINE DE SIEMPRE
Como parte de los festejos navideños de la Cineteca Nacional, nos obsequiaron el libro «Así es la vida (Vals para piano)», que es una larga entrevista del cineasta Armando Casas con el polifacético Alfonso Arau.
Este bailarín, comediante, revolucionario y director, tiene una de las más fascinantes carreras de nuestro cine.
Nacido en la Ciudad de México el 11 de enero de 1932, se inició como bailarín al lado de Sergio Corona en cintas como «Un viaje a la luna», antes de migrar a Cuba y participar en la Revolución.
A su regreso, se puso detrás de la cámara en comedias como «El águila descalza» y «Mojado power».
Responsable de taquillazos: «Como agua para chocolate», experimentó fracasos como «Zapata, el sueño de un héroe».
Se puede vanagloriar de haber dirigido a Woody Allen en «Picking up the pieces» y a Anthony Quinn en «Un Paseo por las nubes».
Entre sus mejores papeles está el de Lucas Lucatero en «El rincón de las vírgenes», «Calzonsin inspector» y del comediante Tiliches en «Tívoli» de Alberto Isaac.
Hace unos años, la Cineteca Nacional organizó un ciclo en el que pudimos ver algunas de sus cintas realizadas en el extranjero como «L’imbroglio nel lenzuolo».
Aunque ha sido multiarielado, lo cierto es que Alfonso Arau Incháustegui es un buen ejemplo de que nadie es profeta en su tierra, y no lo hemos reconocido por lo que vale.
Dato: Alfonso Arau es el responsable de taquillazos: «Como agua para chocolate», experimentó fracasos como «Zapata, el sueño de un héroe» y
se puede vanagloriar de haber dirigido a Woody Allen en «Picking up the pieces» y a Anthony Quinn en «Un Paseo por las nubes»