Con 25 votos a favor, cinco en contra y cero abstenciones, ayer fue aprobado en el Congreso Local el dictamen de reforma a la Constitución Política estatal, en materia del Poder Judicial del Estado de Hidalgo, que fue emitido por la primera Comisión Permanente de Legislación y Puntos Constitucionales.
Al respecto, el presidente de la Junta de Gobierno del Congreso local, Andrés Velázquez Vázquez aseguró que con la reforma “se da un paso decisivo hacia un Poder Judicial más legítimo, humano y cercano al pueblo” y agregó que el nuevo sistema judicial garantizará que todas las personas, sin importar su origen y condición, tengan acceso a un juicio justo y a una defensa efectiva, “porque en la Cuarta Transformación no hay ciudadanos de primera ni de segunda”.
Por lo anterior enfatizó en que la homologación de las leyes en la materia con la Constitución federal no es solo un trámite administrativo, sino un acto de justicia social y un paso más en la transformación de la vida pública de México: “la justicia debe ser pareja para todas y todos. La democratización del Poder Judicial es un mandato del pueblo. Las personas juzgadoras y magistraturas serán electas por la ciudadanía, con lo que garantizamos que sean auténticos representantes del pueblo y responsables ante él”, explicó.
La reforma plantea que en Hidalgo los jueces y magistrados sean elegidos por voto popular; garantizar el acceso real a la justicia para todas y todos los ciudadanos; promover mecanismos que faciliten un acceso equitativo y efectivo a la justicia, en especial para los grupos vulnerables y marginados; así como erradicar las prácticas corruptas ya que aseguraron que estas no solo socavan la confianza de la ciudadanía en el sistema judicial, sino que además genera un ambiente propicio para la impunidad.
De igual manera, la reforma judicial contempla la modernización de los procedimientos, la utilización de tecnología para la gestión de casos y la capacitación continua de los jueces y el personal judicial, con el fin de agilizar los procesos y mejorar la calidad de los fallos.