El Senado mexicano aprobó por unanimidad ayer la reforma al artículo 28 de la Constitución para que el Estado retome el control de las vías ferroviarias, específicamente para la prestación del servicio de pasajeros, área descuidada desde la privatización del sector en los años noventa.
En el dictamen, avalado con 123 votos a favor y ninguno en contra, los senadores señalaron que «México cuenta con una de las redes ferroviarias más grandes del mundo, factor que ayudará a mitigar las perturbaciones ecológicas y los impactos en la salud de las personas que provocan otros sistemas de transporte».
Además, refirieron que actualmente solo un 0.9% de los desplazamientos a nivel país de pasajeros se cumplen en trenes, lo que refleja una «subutilización de la infraestructura ferroviaria».
Precisaron que la reforma está encaminada a utilizar los más de 27 mil kilómetros de vías férreas que existen, para generar una alternativa sostenible, accesible y eficiente de transporte, frente al uso de carreteras.
También, dijeron, abre la puerta para el desarrollo de nueva infraestructura, lo cual permitirá la generación de empleos y estimulará el crecimiento de diversas regiones.