RETRATOS HABLADOS
Una de las tareas más importantes de cada uno de los funcionarios de la actual administración del gobernador, Julio Menchaca Salazar, además, por supuesto, de cumplir a cabalidad con la encomienda que han recibido, es alejarse del protagonismo del que algunos personajes de la Cuarta Transformación han hecho gala desde el Congreso federal donde, sin ser en lo mínimo expertos juristas, dictan cátedra a propios y extraños, con resultados lamentables.
Porque lo visto hasta el momento, con un Noroña insuflado por quién sabe qué poderes, de la sapiencia de los filósofos griegos de más altura, o de un Adán Augusto con la pose de quien hace el favor por ser legislador, resulta un espectáculo preocupante, en tanto ninguno de los dos, y no se diga los de la oposición, dan una muestra mínima de conocimiento sobre los temas que tratan.
Sin un conocimiento real que solo aporta el paso por las aulas universitarias, el estudio cotidiano y el esfuerzo en el salón de clases, es imposible presentarse como autoridad jurídica, y bien que lo saben.
Pero sucede que han descubierto, como muchos otros, el camino fácil del protagonismo; el de jalar los reflectores, para hacerse pasar por lo que no son, y de ningún modo pueden servir, bajo esa óptica, ni a su propia causa. Al contrario, solo provocan confusión y errores propios de los que pasaron de noche por la universidad, o se dedicaron más a la grilla, que para eso no hay que saber nada, como no sea ser duchos en la verborrea que nada dice, pero mucho confunde al oponente.
Es por lo anterior que ningún funcionario que desconozca el ejercicio del poder, puede aventurarse a querer ser el foco de atención, sin antes evaluar si posee un conocimiento cierto de la tarea que pretende realizar, o por lo menos le ha dedicado estudio a ese objetivo.
Por todo lo anterior es de destacarse el estilo y forma de hacer las cosas que ha decidido implementar el gobernador Menchaca, ajeno a los vericuetos de la popularidad por la popularidad, y más cercano a mantener su perfil de universitario preparado, que como consecuencia lo ha llevado a mantenerse ajeno a pronunciamientos incendiarios con tal de ganar adeptos.
Ese es el camino en el México que hoy vivimos, porque permite al gobernante tener un análisis cierto y real de lo que pasa en la entidad que gobierna; le hace comprender que confirmar en los hechos lo bueno y malo que sucede, siempre le permitirá alejarse de las burbujas de lisonjas que rodean y merodean al que tiene el poder.
Y solo así, será capaz de mantener la capacidad de aprender todos los días, igual que cuando cursaba la carrera profesional en las aulas universitarias. Solo así conservará, como moneda siempre valiosa, la capacidad y voluntad de escuchar. Porque oír es una cosa, escuchar es aceptar que quien le hable podrá, y deberá, ofrecerle un panorama que en no pocas ocasiones será contrario a lo que pensaba.
Y esa capacidad y voluntad de escuchar, será la única posibilidad de que sea sensible al clamor de cada una de las personas que unan las regiones de Hidalgo. Y también, como consecuencia, le indicará el momento en que uno de los funcionarios que nombró, olvidó el compromiso de saber escuchar, para solo escucharse a sí mismo y a sus ambiciones de poder.
Mil gracias, hasta el próximo lunes.
@JavierEPeralta
