Al menos cuatro personas murieron y 21 resultaron heridas en los ataques lanzados este jueves por el Ejército de Israel contra diferentes infraestructuras del Yemen bajo control de los rebeldes hutíes, como el aeropuerto internacional de Saná y el puerto de Al Hodeida, informaron los insurgentes.
El Ministerio de Salud y Medio Ambiente controlado por los hutíes informó del número de víctimas en un balance preliminar publicado por la Agencia de Noticias Yemení Saba, afín los rebeldes, y que detalló que «la agresión sionista en el aeropuerto internacional de Saná provocó la muerte de tres mártires y heridas a otras 16 personas».
Asimismo, indicó que una persona murió y cinco resultaron heridas como resultado de las bombardeos israelíes en la gobernación de Al Hodeida, lo que elevó a cuatro la cifra de fallecidos y a 21 el número de heridos hasta el momento.
El portavoz oficial del Ministerio de Sanidad hutí, Anees Alasbahi, compartió el balance preliminar en su cuenta oficial de X, donde recordó que entre los heridos en el aeropuerto se encontraba el copiloto del avión que transportaba al director de la Organización Mundial de Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien afirmó en su perfil en la misma red social que se encontraba sano y salvo junto con su equipo.
La aviación israelí lanzó un ataque «basado en información de inteligencia» contra infraestructuras utilizadas por los hutíes en el aeropuerto de Saná, las centrales energéticas de Hezyaz y Ras Kanatib y otras posiciones en los puertos de Hodeida, Salif y Ras Kanatib, en la costa oeste, según un comunicado militar israelí.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanayhu, aseguró que Israel persistirá «hasta completar la tarea» de neutralizar a los hutíes de Yemen, calificándolos como «el brazo terrorista de Irán», instantes después de que el Ejército anunciara el bombardeo de objetivos militares en este país.