La guatemalteca Adriana Ruano ganó este miércoles en el campo de tiro de Chateuraux el oro olímpico en foso, un triunfo histórico para su país, que jamás había subido a lo más alto del podio en la principal cita deportiva universal.
Fue una victoria aplastante, con récord olímpico de 45 platos, cinco más que la siguiente clasificada, la italiana Silvana Maria Stanco. El bronce fue para la australiana Penny Smith, con 32.
Por detrás quedaron las dos españolas finalistas, Mar Molné y Fátima Gálvez, cuyas opciones de medalla se esfumaron en la final, penalizadas por sus errores, tras haber sido primera y segunda en la ronda clasificatoria matinal. Crearon muchas expectativas y la decepción fue aún mayor.
El oro de Ruano, ocho meses después de dar un aviso con su triunfo en los Juegos Panamericanos de Santiago, es la segunda medalla de los Juegos de París para Guatemala, las dos en tiro, tras el bronce ganado el martes por Jean Pierre Brol en el foso masculino.
Antes de ellos el único metal para Guatemala era la plata de Erick Barrondo en los 20 km marcha de Londres 2012.
Ruano, de 29 años, se tragó la presión y dominó la competición desde el primer disparo: tres plenos en las tres primeras series y solo un fallo en cada una de las dos siguientes.
Lo contrario que las tiradoras españolas: Molné, debutante olímpica a sus 20 años, hizo un 5 de 5 en esa aparte inicial y tuvo un error en todas las demás. Mejor en todo caso que Fátima Gálvez, que entró en la final con cuatro fallos de cinco y no pudo aspirar a mucho. Evitó ser la primera eliminada -lo fue la china Cuicui Wu-, pero cayó en la siguiente serie. La granadina, campeona de Tokio 2020 en foso mixto, se quedó en 23 aciertos.
En la segunda mitad de la competición Ruano se mostró cada vez más segura: cinco, cuatro, cinco y cinco platos rotos, con unos nervios de acero, mientras sus rivales iban cayendo.
Molné fue la siguiente en despedirse, con tres errores en la sexta serie y uno en la séptima.
En cambio, la italiana y la australiana ajustaron la puntería y pidieron sitio en el podio. Sin soñar, siquiera, con llegar al oro. El mano a mano final entre Ruano y Stanco fue un trámite porque llegaron a la décima y última tanda con cinco tiros de ventaja para la centroamericana.
La italiana falló el primero y el último; Ruano, ya campeona, el segundo y el tercero. Sus 45 platos fueron récord olímpico y mejoraron los 43 que rompió la eslovaca Zuzana Rehak en la final de Tokio 2020. Rehak no había pasado a la final, eliminada por la mañana.
La lista de países campeones olímpicos creció gracias a una nutricionista deportiva que puso el nombre de Guatemala en lo alto de un podio. La ‘pequeña gigante’, tiradora desde los 17 años, cumplió su sueño. Lloró en el podio, bajo el cielo plomizo de Chateauroux, la lejana sede de tiro de los Juegos de París. Hermanada ya para siempre con Guatemala.