Hace más de cuatrocientos años, cada 12 de diciembre se lleva a cabo la celebración a la Virgen de Guadalupe en México. Millones de fieles creyentes se unen a peregrinaciones, cánticos, misas y acciones de gratitud por las bendiciones y favores recibidos a lo largo del año. Pero detrás de esta celebración existe una razón que justifica el por qué se celebra a “la Morenita del Tepeyac” en dicha fecha.
La historia tiene origen en el siglo XVI, en el año 1519 con la llegada de los conquistadores españoles y la caída del imperio azteca. En aquel entonces, las creencias de las civilizaciones indígenas, como los aztecas, mayas y otras culturas fueron oprimidas debido al proceso de evangelización de los sacerdotes franciscanos, quienes llegaron en 1524 con la instauración formal del catolicismo y la construcción de iglesias y conventos para educar a las comunidades en diversas regiones.
Apariciones
Fue ahí, cuando siete años después, al indígena náhuatl, Juan Diego, se le apareció la Virgen María. La primera aparición que registra la iglesia católica, ocurrió durante la mañana del día 9 de diciembre del año 1531, cuando Juan Diego se encontraba en el cerro del Tepeyac y vio a una mujer rodeada de luz que le habló en su lengua náhuatl y se le presentó como Santa María de Guadalupe. La virgencita le pidió que fuera a ver al obispo de aquel entonces para que se construyera una iglesia en su honor en aquel lugar.
Al siguiente día, Juan Diego acudió a ver al obispo, Juan de Zumárraga, para comunicar la voluntad de la Virgen Santísima, pero este no le creyó, por lo que le solicitó una señal como prueba. Ante esto, Juan Diego regresó al cerro del Tepeyac para encontrar nuevamente a la virgencita, quien lo anima a volver a hablar con el obispo y promete darle una señal.
El 11 de diciembre, Juan Diego se dirige con el obispo, pero al ver que su tío Juan Bernardino, está gravemente enfermo, decide ir a buscar un sacerdote en su ayuda. Por esta razón, Juan Diego no pasa por el Tepeyac y toma otro camino. Pero aún así, la Virgen María se le aparece y le dice que no se preocupe por su tío, ya que él va a curarse. Posteriormente hace aparecer rosas de castilla, las cuales le solicita que las recoja y guarde en su tilma. Estas rosas no eran comunes en la región de aquellos tiempos.
Fue entonces cuando el 12 de diciembre, Santa María de Guadalupe le pidió a Juan Diego que se dirigiera con el obispo, para entregar las rosas como prueba de la intervención divina. Cuando Juan acude a verlo y abre su tilma ante el obispo, las rosas de castilla caen, y la imagen de la Virgen de Guadalupe se muestra impresa en su manto como prueba de la señal milagrosa que confirma su aparición. Ante esto el obispo decide aceptar la petición de Juan Diego y hacer la voluntad de la Virgen.
En ese mismo día, la Virgen Santa se le aparece por quinta vez a Juan Diego para manifestarle que no debe preocuparse más, que todo se ha cumplido ante lo que ella había prometido. Cuando Juan Diego regresó a su casa, encontró a su tío completamente recuperado. Este milagro fue considerado uno de los sucesos divinos que confirmaron la autenticidad de la aparición de la Virgen María en aquel entonces.
Por este acontecimiento, la figura de la Virgen de Guadalupe tiene un profundo significado para muchos mexicanos católicos, que al igual que Juan Diego han tenido situaciones que no pueden ser explicadas por la ciencia y se han convertido en testimonios de milagros según los propios creyentes.
Sincretismo religioso y cultural
La fusión de las figuras y creencias indígenas con el catolicismo son el resultado de lo que se denomina sincretismo religioso durante la colonización. Uno de los ejemplos de este proceso es la relación de la Virgen María con Huitzilopochtli, y la fecha de celebración a la deidad guerrera, asociada con el sol, la guerra, la vida y la muerte, y era considerado el protector del pueblo mexica.
Así mismo, la Virgen de Guadalupe, fue asociada con Coatlicue, la deidad de la “falda de serpientes” debido a su rol como protectora y madre. La Santa Virgen es vista como madre celestial que cuida y guía a los mexicanos, y también es conocida como “Tonantzin”, que es el nombre de una deidad prehispánica cuyo nombre se traduce al español como “nuestra madrecita”.
Para los católicos, la “Lupita”, “Virgen Morena”, “Virgen” es un símbolo de fe, esperanza y protección, además de representar un puente entre las culturas indígenas y españolas. Con su aparición, se unificó a los pueblos indígenas y mestizos bajo una sola religión, la del catolicismo. A su vez, la virgen fue representada con rasgos y elementos característicos de las civilizaciones indígenas, desde el tono de su piel hasta la vestimenta, lo que provoca que los pueblos originarios sientan cercanía con ella.
Todos estos factores fueron relevantes para que las civilizaciones indígenas de aquel entonces se vieran convencidos de adoptar el catolicismo representado en muchas de sus figuras y creencias religiosas culturales.
Actualidad
Hoy, la celebración del 12 de diciembre se ha convertido en una de las festividades más importantes de los creyentes católicos, pero sobre todo en la nación mexicana. La fiesta comienza desde la noche del 11 de diciembre, cuando miles de fieles se reúnen en la Basílica de Guadalupe ubicada en el cerro del Tepeyac, en la Ciudad de México, para cantar las mañanitas acompañados de rezos, oraciones y cánticos típicos del catolicismo.
Tan solo el año pasado, Martí Batres Guadarrama, jefe de gobierno de la Ciudad de México, informó que más de 11 millones de peregrinos arribaron a la Basílica de Guadalupe. Se espera que en este año se reciban a peregrinos en una cifra igual o superior para llevar a cabo dicha festividad.
La celebración guadalupana tiene más de 490 años de historia, es un pilar central de la cultura mexicana, es un día de profundo culto y devoción religiosa que reúne a feligreses de todo el país e incluso gente de otras naciones, todos unidos por su fe en la Virgen Santísima de Guadalupe, un símbolo de amor, esperanza y protección para millones de personas en la actualidad.