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viernes, julio 18, 2025

Vida de contrastes…

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PIDO LA PALABRA

Políticos ricos, líderes sindicales ricos, servidores públicos ricos, y el pueblo trabajador pobre y con un futuro más incierto que nunca.

México es tierra de gente trabajadora, pero también es tierra de contrastes. Diariamente vemos cómo unos pocos acumulan mucho y muchos apenas sobreviven, y mientras algunos disfrutan de privilegios impensables, la mayoría vive con lo justo, haciendo malabares para que el dinero alcance hasta el final de la semana.

Vivimos en un país donde parece que soñar es un lujo; se nos llamó aspiracionistas como si fuese un delito seguir el llamado del emprendedurismo; miles de jóvenes brillantes tienen talento, pero no oportunidades.

La vida, nuestra vida está llena de realidades cotidianas que superan la ficción; lo que ayer leíamos en una novela, hoy vemos que sigue más vigente que nunca; “Los Olvidados”, de Buñuel, siguen siendo los olvidados de nuestros tiempos; gente sufriendo en silencio por el vacio de la incertidumbre, por el vacio de la desesperanza; y todo por ese vacío provocado por los bolsillos ávidos de dinero, pero llenos de desesperación.

Los años van pasando y la gente se va con ellos, en eso sí que no hay duda: nacer, crecer, reproducirse y morir, es lo único cierto; millones sintiéndose felices con los éxitos de otros, los hacemos nuestros para no dejar de soñar, aunque la mayoría no logre esbozar el menor de sus sueños; nos han dicho que debemos luchar para alcanzar lo que queremos, pero a veces esos años de lucha los mata el bandido de cuello blanco que nada hace y todo arrebata, y las manos vacías nos regresan a la realidad: mi voto es solo un sofisma legitimador.

“Tener más” ha dejado de ser la meta para la mayoría de los mexicanos, ahora lo nuevo es “tener lo suficiente”; tener queso es importante, pero no tanto como salir de la ratonera, esa ratonera en la que estamos inmersos desde hace varios años y en la que todos tenemos algo de responsabilidad.

Nuestros “muros” hoy sirven más para saber lo que estamos comiendo, o para dar consejos que el aconsejador nunca ha vivido personalmente; sí, sé que son redes sociales y no redes políticas, pero nos hemos olvidado que somos un animal político, un “zoon politikon” con necesidades más allá de quejas que agraviaron nuestro ego y ensuciaron nuestra vanidad.

No seamos los súper machos que nuestra mediocridad y soberbia nos hace gritar públicamente; somos gente de carne y hueso, llenos de contradicciones que debemos hacer trabajar a nuestro favor, pues las diferencias de opiniones también son motor de crecimiento.

Por ello, hagamos conciencia y formemos parte de ese selecto grupo que en lugar de inmovilizarse, se motivan, se impulsan y hacen de sus puntos negros, una plataforma de oportunidad;  tal vez nadie nos dé una medalla, no  importa; tal vez nadie nos reconozca el esfuerzo, qué más da; tal vez muchos intenten ponernos zancadillas y tenernos con un pie en el cuello, a eso nos exponemos; pero tal vez, y con muchas probabilidades de éxito, logremos evitar el jamás tener que agachar la cabeza por la incertidumbre de saber si tenemos el valor de ser nosotros mismos y no solo lo que el “destino” nos depare.

Ser mexicanos no debería significar conformarse con migajas ni sobrevivir entre el caos; debe ser sinónimo de dignidad, de lucha, de esperanza, por ello, necesitamos más personas que se atrevan a pensar diferente, que hagan las cosas bien, aunque nadie las vea, que siembren futuro, aunque no lo cosechen de inmediato.

Las palabras se las lleva el viento, pero mi pensamiento escrito está.

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