Una decena de artistas emergentes españoles que trabajan en París y sus alrededores protagonizan la exposición colectiva ‘Aquí y ahora’, organizada por el Instituto Cervantes de la capital francesa para «mapear» el universo de los jóvenes autores que se hacen un hueco en la efervescente escena cultural parisina.
La muestra, que se podrá visitar desde hoy y hasta el 12 de julio, es producto de una convocatoria del Cervantes para crear un repertorio de los artistas españoles en París -que actualmente comprende a una treintena de creadores, con vistas a ampliarlo en el futuro-, de modo que esa información esté disponible para directores de museos, investigadores, comisarios y otros profesionales.
Es una especie de «archivo vivo» de los artistas españoles en el Gran París, explica la historiadora y crítica de arte Claire Luna, comisaria de esta iniciativa junto a Carlos Urroz, director del Gabinete Institucional del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y director de la fundación Thyssen-Bornemisza Art Contemporary.
Y es que la capital francesa, aunque ya no sea el centro incontestable del mundo del arte que fue a comienzos del siglo XX, sigue siendo «muy dinámica», explica Luna, y el país ofrece muchas oportunidades de entrada a los creadores, como becas y programas de residencia, que les abren puertas cerradas en España.
Los artistas que encontraron en esa búsqueda -un ejercicio que a Luna, francesa de antepasados andaluces, le hizo conectar con sus raíces perdidas- fueron autores de todo tipo, desde bailarines a pintores, pasando por cineastas.
Ellos no componen como tal una «escena artística española en París», matiza Luna, ya que no forman un grupo o un movimiento, y en muchos casos ni siquiera se conocían entre sí hasta ahora.
Pero a pesar de esa desconexión y de llegar desde la periferia, varios de ellos tienen ya un hueco por derecho propio en el disputado ecosistema cultural parisino.
Es el caso de la realizadora murciana Gala Hernández López, ganadora el año pasado de un premio César por su cortometraje documental ‘La mecánica de los fluidos’, que es una de las obras que se pueden ver en el Instituto Cervantes.
Las obras de ‘Aquí y ahora’ son un mosaico que abarca también la cerámica con Bianca Argimón, la escultura textil con Sarah Viguer Cebriá o incluso la Inteligencia Artificial generativa, gracias a una instalación de Rocío Berenguer que permite dialogar con Don Quijote de la Mancha.
Su objetivo es «poner en conflicto nuestra relación con lo que es la verdad y lo falso en la época de las ‘fake news'», a la vez que cuestionar la «autoridad» que asignamos a lo que generan las máquinas, detalla Berenguer, que llegó a Francia «por amor» y se acabó quedando en París gracias a las oportunidades que le iban surgiendo.
«También es un lugar que me alimenta muchísimo intelectualmente y artísticamente», enfatiza esta artista catalana, que en España se dedicaba a la interpretación.
Tampoco tenía París como su primera opción Francesc Ruiz Abad, artista visual igualmente catalán que en el Instituto Cervantes se ha encargado de intervenir las paredes para crear un mural con exuberantes motivos animales y vegetales, inspirado en unos tapices del Louvre y en su particular historia.
«Son unos tapices que relatan una especie de versión idealizada de las Indias», señala Ruiz Abad.
Él había pensado en destinos como Berlín o Nueva York para desarrollar su carrera, pero un premio en 2018 le abrió las puertas para hacer una residencia en el sur de París. Allí llegó «sin ninguna pretensión», cuenta, pero le «encantó».
«Sentí que a nivel cultural es muy bestia, que había una escena muy dinámica. Y también algo que es interesante es que me identificaban como artista español o me reconocían incluso como pintor catalán», valora sobre su vida en París.