17.9 C
Hidalgo
martes, julio 1, 2025

Un lector por gusto

Más Leídas

UN ADULTO RESPOSANBLE

“Mediante el acero de la disciplina, forjarás 

un carácter colmado de coraje y de paz”

Cita de Robin S. Sharman en 

“El Monje que vendió su Ferrari” 

Recuerdo perfectamente el día en el que dejé de ser un lector voraz, uno de aquellos que podía acabar con 320 páginas en menos de 24 horas y que leyó sagas completas en cuestión de días, lo rememoro y me da coraje, porque es una de las cosas que más extraño del Martín de antes, junto, quizás, con la despreocupación y la tenacidad.

Leía un libro de autoayuda (dice Leo Maslíah que se llaman así porque justo es lo que hacen, ayudar a ganar dinero al autor) y lo dejé a la mitad, no era la primera vez que me pasaba eso, pero sí la única que ya no me dio curiosidad el regresar.

La temática no fue, porque hay grandes libros de superación personal que me encantan, están por ejemplo: “El ángel número 12”, “El Alquimista”, la saga de “Los ojos de mi princesa” y algunos otros que los estudiados dicen que no son literatura.

La extensión tampoco, porque hay brillantes libros de menos de 200 páginas: “La Metamorfosis”, “La rebelión en la granja” y muy a mi pesar “El Principito”, libro que amé mientras crecía y que hoy no me gusta por las acciones de su autor en vida (¿Se debería separar la genialidad de la vida cotidiana?, eso es tema para otra columna).

A la etapa que estaba viviendo tampoco le puedo achacar la culpa completamente porque he vuelto a leer ávidamente estando en días peores; pero sí influyó el hecho de mi entrada a la universidad. Pues cuando, paradójicamente, debía leer más, lo hice menos y poco a poco me fui separando de los libros completos para unirme al selecto grupo de los que leen antologías.

Aunque, como ya mencioné, me da mucho gusto saber que tengo todavía la concentración necesaria para terminar un libro en poco tiempo, es un pesar para mí saber que mis responsabilidades cotidianas evitan que pueda hacerlo con regularidad.

Es más fácil para mí ahora ver una serie, una película o centrar mi atención en productos audiovisuales de toda índole, pero he encontrado que las letras también están ahí, en el poder de los guiones, pues aunque algunos son capaces de derrotar a los villanos más poderosos, otros no funcionan ni por equivocación. 

Se ve cuando alguien no disfruta su trabajo o cree que el espectador es tonto, pero más se nota cuando cada palabra del texto estuvo pensada concienzudamente.

Celebro a los escritores y guionistas que se atreven a pensar diferente y que se arriesgan con la intención de entregar trabajos impecables aunque sean o no del agrado del gran grueso de la población.

Y aprovecho el espacio para agradecer a todos los mediadores de lectura, ya sean famosos: por ejemplo a Benito Taibo, Sōsuke Natsukawa, Rodolfo Barones o a las chicas de “Libros 4B Tipos” con su ya afamada maratona “Guadalupe – Reinas”.

Pero también a los no famosos, las maestras que nos recomendaron algún texto, los amigos que nos regalan libros (aunque algunos ni los destapamos), los conductores de algún programa que elogian la carrera ascendente de algún autor o nuestros papás, nuestros primeros guías en el mundo de la lectura.

Ojalá siga habiendo autores comprometidos con sus trabajos y nos dejen sagas tan excelentes como las escritas por J.K. Rowling, George R.R. Martín, M.B. Brozon o tantas otras.

Y espero que nosotros volvamos a la magia de leer por gusto, aunque sean los chismes completos de la página de Facebook de nuestra preferencia. Porque en un mundo con TikTok, la inmediatez ya le gana terreno a los textos bien planeados.

Nota: Me da gusto que siga habiendo personas que hablen sin cesar de los libros, recomiendo en esta ocasión localizar a nuestro booktuber favorito o pedir consejo del más sesudo de nuestro grupo de amigos, porque leer libros de calidad nunca está de más.

Autor