RETRATOS HABLADOS
Termina otro mes. El tercero del año.
A un país pleno en violencia, ahora se suma el examen mensual del presidente estadunidense, el chantaje habitual, y el “pago de piso”, con todo y que el piso se entendía como suelo patrio y soberano.
Es una lástima que la decisión divina nos haya colocado tan cerca de los Estados Unidos, y tan lejos de Dios. Porque, aquí sí, hemos sido robados, ultrajados, invadidos cuando así lo deciden; pero sobre todo, hemos sido saqueados en todas nuestras riquezas naturales y humanas, por un imperio en decadencia moral, pero todavía fuerte, vigoroso en la posesión de armamento de todo tipo.
La cercanía solo ha traído que cada presidente gringo, loco o no, soberbio o con apariencia de humildad, haya aplicado todas las estrategias necesarias para mantenernos como clientes cautivos de su supuesta democracia, su educación privada de “excelencia” y la idea de que son el lugar donde los sueños se pueden hacer realidad, y todo es asunto de que el que desea progresar lo quiera y lo busque.
Nunca hemos tenido saldos positivos con ellos, y con hacer una simple búsqueda en nuestra historia patria, descubriremos que siempre hemos perdido, cuando no territorio, sí recursos naturales y dignidad. Y por si fuera poco, en su muy hipócrita y curiosa sociedad, nos ha tocado desempeñar el papel de “enviciadores y criminales”, al tener la obligación de hacerles llegar drogas de todo tipo, para que puedan atender al enemigo más grande y peligroso que ellos mismos crearon, y que hoy mismo se cobra la vida de miles y miles de sus ciudadanos: las adicciones.
La sociedad del ensueño y el progreso, de la justicia, las libertades y la democracia, está enferma, terriblemente enferma, y su sobrevivencia sólo podrá darse a costa de sus ciudadanos, para dar origen a una nueva generación de personas configuradas genéticamente, inmunes a las drogas, al dolor ajeno, al sentido de la vida misma. Es decir, que están condenados a caer de boca en el despeñadero.
Pero en tanto esto sucede, dejan que el personaje más curioso, incapaz de sentir cualquier sentido de empatía por otro ser humano, haga y deshaga en su nombre, del pasado que dicen, fue glorioso en la nación norteamericana. Dejan que un sujeto apenas capaz de entenderse, busque a toda costa pelea con los que no son de su peso, por desgracia sí sus vecinos, y en la golpiza que propina al ensangrentado contrincante, estar seguros que su imperio contra atacará.
No será así, pero en tanto esto suceda, en tanto se den cuenta de su absoluta debilidad, el futuro inmediato de México es complicado, porque los tiranos abundan y se reproducen a velocidad vertigilnosa.
Hoy es el último día del mes de marzo. Mañana, ya en abril, llegarán los que cobran piso, exigirán algo a cambio, y seguramente nunca nos enteraremos de lo que ahora pidieron y se les otorgó.
Así que lo mejor será intentar una sonrisa y menos lágrimas, ante el cuarto mes del año, que nos llevará directo a observar que ya rebasamos la mitad del 2025, más cerca siempre del último adiós, más lejos de reencontrar los sueños, en un panorama que cada día aprieta más la simple vida, y nos aleja de proyectos y días ajenos a la permanente preocupación por no saber lo que pueda venir a la vuelta de la esquina. Antes, esperanza, hoy, ya ni eso.
Pero así es la vida, y lo fundamental es seguir, seguir hasta que se pueda.
Mil gracias, hasta mañana.
Correo: jeperalta@plazajuarez.mx
X: @JavierEPeralta