Un grupo de elementos integrantes de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Hidalgo, denunciaron una serie de irregularidades que aseguraron representan las “malas” condiciones de trabajo.
Entre ellas, señalaron la entrega de uniformes de mala calidad, pues precisaron que en la última dotación, estos se despintan en la primera lavada, además de que las botas parecen ser de plástico porque les dejan cocidos los pies con el uso.
También puntualizaron en la falta de mantenimiento a las unidades que utilizan para desempeñar su trabajo, a lo que se suma el tener que costear los arreglos con recursos propios, pues pese a informar el estado de las patrullas a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, solo reciben largas, situación que los orilla a pagar de su bolsillo el mantenimiento para no sufrir algún accidente.
En este punto enfatizaron que la situación es injusta, principalmente porque la mayoría de ellos reciben un salario bajo, que se ve aún más disminuido por solventar el mantenimiento de las unidades que son responsabilidad de la dependencia.
Indicaron que otra situación es la falta de reconocimiento a los mandos con mayor antigüedad y experiencia, pues buscan cansarlos con humillaciones y actitudes despectivas al momento de la asignación de actividades, con el propósito de que renuncien.
No obstante, les piden que apoyen al reclutamiento de elementos, ante el déficit que existe en la dependencia, extendiendo la invitación a familiares, amigos o conocidos, para que se integren a la Secretaría.
Otra de las quejas, puntualizaron, es la integración de nuevos perfiles egresados del Instituto de Formación Profesional (IFP) de la Secretaría de Seguridad, que si bien cuentan con el conocimiento teórico, no tienen el práctico, y llegan a ocupar altos mandos en donde solo recurren a mandar sin la experiencia operativa.
El grupo de inconformes reiteraron que las condiciones laborales son “deplorables”, mientras que la exigencia en la carga de trabajo es alta, al igual que el temor al interior de la dependencia de recibir represalias si denuncian las irregularidades abiertamente, por ello la preferencia de mantenerse en el anonimato.