Con el objetivo de hacer el turismo más accesible para personas con alguna discapacidad, se llevó a cabo el «Recorrido de Inclusión» en el Parque Nacional El Chico.
Esta actividad, organizada por la Secretaría de Turismo, a cargo de Elizabeth Quintanar Gómez, en coordinación con la Dirección General para las Personas con Discapacidad y autoridades del parque, forma parte de las políticas públicas impulsadas por el gobernador Julio Menchaca.
En esta ocasión, 30 personas con discapacidad, provenientes de distintas regiones de la entidad, participaron en una experiencia sensorial que les permitió tocar, oler y conectar profundamente con la naturaleza.
Durante cuatro horas, los visitantes y sus acompañantes vivieron una experiencia sensorial única, a través de un recorrido guiado por los senderos, charlas sobre el valor ambiental del parque y una convivencia musical, donde pudieron tocar, sentir, oler y conectar con cada elemento del entorno natural.
Posteriormente, se realizó una actividad recreativa de karaoke y una clase interactiva de ajedrez, que simbolizó la importancia de la concentración, la empatía y el trabajo en equipo.
El evento contó además con la presencia de Alfonso Hayyim Flores Barrera, director general de Inclusión para las Personas con Discapacidad; Rafael Islas Borbolla, director general del Parque Nacional El Chico; Claudio Anwar Hernández Becerra, director del parque; José Ángel Ocadiz García, director de Marketing y representante de la empresa Elaw Faw Trucks; y Carla Perales Martínez, coordinadora de Atención a Personas con Discapacidad del municipio de Atotonilco de Tula.
Finalmente, las y los participantes recibieron un reconocimiento y coincidieron en que la inclusión también implica garantizar el derecho a percibir el mundo con todos los sentidos, de ahí la importancia de que la accesibilidad en la actividad turística se proporcione con sensibilidad y empatía.
El turismo inclusivo representa esa vía para transformar los espacios naturales en lugares donde todas las personas puedan vivir experiencias plenas y seguras, sin barreras físicas ni sociales, demostrando que la inclusión es posible cuando se conjugan la voluntad institucional, el compromiso comunitario y la sensibilidad humana.