RETRATOS HABLADOS
Algo grave sucede dentro del grupo político que ha manejado por más de 40 años el destino de la Univesidad Autónoma del Estado de Hidalgo, como para declarar una guerra a quien se le ponga enfrente, al mantener una rabieta de su dirigente, por la recomendación que se atrevió a hacerle la Comisión de Derechos Humanos de la entidad, por violar los derchos humanos de sus estudiantes.
En su carta oficial de respuesta, y ya vencido el plazo el pasado 02 de septiembre, para contestar a la titular del organismo citado, Ana Karen Parra Bonilla, decidió que ayer era el momento para hacerlo, y citó que la decisión de rechazarla, fue tomada en reunión del Consejo Universitario, por considerarla improcedente, producto de que, según su análisis, faltó al debido proceso.
Por supuesto, en ningún momento los abogados de la UAEH adscritos al caso, señalan como falsos los testimonios de la agresión sufrida por alumnos del Instituto de Artes de la propia institución educativa, cuando acudieron al edificio central de Abasolo, y fueron agredidos por funcionarios universitarios y un grupo de choque, de lo que hay testimonio en videos.
Sin embargo, la recomendación que pedía una disculpa institucional por los hechos, a través del rector, también fue negada y el caso total y absolutamente cerrado, al menos por parte de la universidad, o más precisamente del grupo político que la maneja.
Y aquí es donde se observa una actitud casi de necedad, que bien hubiera sido manejada de una manera menos estridente, que incluso hubiera generado una opinión no tan negativa, por acceder a una acción de simple disculpa; porque evidentemente se rebasaron los límites de la intolerancia, o bien se actuó con la idea de que era mejor acudir a la violencia antes que dejar crecer un movimiento que pudiera atentar contra la hegemonía de la autoridad única y máxima en la UAEH.
Como quiera hubo excesos en el proceder, y todavía más en la respuesta a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo. Y se antoja que sin mediar una reflexión profunda, para dar paso a una nueva apuesta a la tesis de no desperdiciar tiempo en palabras, cuando se puede arreglar las cosas a golpes y amenazas.
Algo pasa en el grupo político más poderoso en la entidad, que ha logrado doblar a todos los gobiernos priístas, pero ha topado con pared con el primero surgido de otro partido, Morena, y que hoy por hoy lo tiene en la mira, pero que además cuenta con todos los elementos para asestarle un golpe devastador, si así lo decide, con la modificación a la Ley Orgánica de tiempos Olveristas, que le entregó todo, y en bandeja de plata, con la creación de un Patronato todopoderoso.
Algo, como para convertir una simple recomendación en todo un caso de atentado contra la dignidad universitaria, y destinar todo un equipo de abogados para encontrar los errores que pudo haber tenido el proceso.
Algo, porque además, saben que esta negativa solo reactivará el movimiento estudiantil, casi al borde de la desaparición, pero que se ha mantenido vigente, en jóvenes que han descubierto el peso específico de la base estudiantil, y su papel fundamental en una de las universidades más grandes de toda la zona centro del país.
El hecho de la agresión, además, nunca fue desmentido o desvirtuado.
Si no había necesidad de la respuesta en todos los medios con que cuenta el grupo político que maneja la universidad, es que algo les preocupa, y mucho.
Mil gracias, hasta mañana.
@JavierEPeralta
