El Papa Francisco falleció el lunes con 88 años de edad a causa de un ictus cerebral que le causó un coma y un fallo cardiocirculatorio irreversible, según informó el Vaticano en su parte de defunción.
Los hechos ocurrieron ayer en su residencia de la Casa Santa Marta, tras más de dos meses de problemas respiratorios, que le mantuvieron hospitalizado durante 38 días en la capital italiana.
También se confirmó que el traslado del cuerpo a la basílica Vaticana para el homenaje de todos los fieles, podría tener lugar este miércoles 23 de abril.
Las modalidades y la confirmación del traslado a la basílica del cuerpo para su exposición ante los fieles desde la capilla de la Casa Santa Marta, donde residió Francisco, se establecerán y comunicarán hoy, después de la primera Congregación de los Cardenales, que se celebrará a primera hora, confirmó la oficina de prensa.
En las congregaciones de los cardenales, que desde hoy han sido llamados a Roma para participar en estas reuniones preparatorias, tendrán que elegir las fechas para el funeral y para el inicio del cónclave.
En la basílica vaticana, el cuerpo del Papa difunto se expone directamente en el féretro abierto, pero no en un catafalco como había sido hasta ahora (por disposición de Francisco) y tampoco se colocará el báculo papal junto al féretro durante esta exposición.
Duelo en Latinoamérica
Varios países latinoamericanos han decretado luto oficial, como Brasil, cuyo presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, también afirmó que «el mundo pierde una voz de respeto y acogida al prójimo» y destacó su «forma incansable de llevar amor donde existía odio».
El colombiano Gustavo Petro aseguró: «se fue un gran amigo. Me siento algo solo». Y destacó que Francisco «comprendió perfectamente su papel como líder espiritual en la gran lucha por la vida».
Desde Colombia también habló el expresidente Juan Manuel Santos, quien firmó la paz con las FARC en unas negociaciones donde el Vaticano fue aliado: «El mensaje de reconciliación que nos dejó en su histórica visita sigue más vigente que nunca, para nuestro país y para el mundo».
El presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, aseguró que Francisco «se fue quizás en el momento en el que el mundo más lo necesitaba», mientras que el exmandatario José Mújica alegó que «fue la mejor versión cristiana hacia las desigualdades que existen en nuestras sociedades. A pesar del progreso material, este papa representó como una especie de mirada crítica hacia el pasado reciente y siempre tuvo un gesto de ergonomía y de ayuda a los sectores sociales más débiles».
El Gobierno cubano recordó la «cercanía», el «cariño» y la «labor» en busca de «soluciones a los acuciantes retos» del mundo del papa y su presidente, Miguel Díaz-Canel, alegó que recordarán «con afecto» las visitas a Cuba, donde llegó a ir a la casa de Fidel Castro en 2015 antes de su muerte.
Y también en Venezuela, Nicolás Maduro lamentó la muerte y lo describió como un «líder espiritual transformador» que «no dudó en incomodar a los poderosos con la verdad del Evangelio».
En Europa, lo recuerdan
Los presidentes de las principales instituciones de la Unión Europea recordaron al pontífice argentino como guía para avanzar hacia «un mundo más justo, pacífico y compasivo», en palabras de la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, mientras que el presidente del Consejo Europeo, António Costa, se sumó a «las millones de personas que lloran la muerte de Su Santidad».
Milei subraya su carácter incansable
El presidente argentino, de donde era originario Francisco, Javier Milei, expresó el lunes su pesar por la muerte de Francisco y destacó su «incansable lucha para proteger la vida desde la concepción» y su voluntad de «llevar austeridad a la Santa Sede».
«A pesar de diferencias que hoy resultan menores, haber podido conocerlo en su bondad y sabiduría fue un verdadero honor para mí», dijo Milei.