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El Mexe: no al regreso de fósiles y dinosaurios

Javier Peralta
5 Min de Lectura

RETRATOS HABLADOS

El próximo 27 de noviembre, la Escuela Normal Rural “Luis Villarreal” de El Mexe, cumplirá 98 años de haber sido fundada el año de 1929, en una realidad muy diferente a la que hoy se vive en la región en que se asienta, y donde funciona la Universidad Politécnica de Francisco I. Madero desde el 2005, en la impartición de ocho ingenierías y dos posgrados, con una matrícula superior a los 2 mil 800 alumnos. 

Se trata de una reconversión integral del modelo educativo, que, de paso, puso fin a uno de los momentos más críticos en la historia de la institución normalista, que para el 2003, manejada en su totalidad por el Comité Estudiantil, donde figuraban personajes matriculados con varios lustros de antigüedad sin haber egresado, y que articularon un enfrentamiento frontal con las autoridades estatales, que derivaron en toma de oficinas gubernamentales, bloqueo de carreteras y secuestro de autobuses.

Se puede o no estar de acuerdo con el movimiento normalista, en específico de El Mexe, pero, bajo ninguna circunstancia, ser inocente al momento de negociar su reapertura que incluye internado, y paulatino desalojo, a quién sabe dónde, de los alumnos matriculados en la Universidad Politécnica.

De buenas a primeras ya aparece un personaje patético, próximo ex alcalde de San Salvador, Armando Azpeitia, que, ya muy tentado a auto proclamarse como dirigente del “Comité de Lucha del Movimiento Nacional para la reapertura de la Normal de El Mexe”, exige que “cesen el acoso en contra de los que promovieron la apertura y recuperación del internado y del casco antiguo de la Normal”.

Porque a partir de un compromiso asumido por el presidente López Obrador, al que el propio jefe de la nación ha rehuido porque sabe de las consecuencias que generará dar vida a un Centro Nacional para la preparación de “juventudes normalistas revolucionarias”, y por supuesto combativas, nos despertamos con la noticia de que el secretario de Educación, Natividad Castrejón, en el sentido de que, a marchas forzadas, en dos semanas, quedaran adaptados cinco módulos donde actualmente funciona parte de la Politécnica, para dormitorios destinados a El Mexe.

Lo que venga después se sabe de antemano: a la menor provocación toma de carreteras, oficinas gubernamentales, toma de ciudades, Pachuca incluida, secuestro masivo de autobuses, de camiones repartidores de productos, y una búsqueda incesante de enfrentamientos con los cuerpos de seguridad, hasta lograr un saldo rojo, siempre utilizado para el chantaje.

No le hablo de oídas, o de escenarios catastróficos, o de invenciones de la derecha radical y explotadora. Le hablo de una realidad que se vivió durante muchos años, y que se detuvo cuando en Francisco I. Madero se puso en marcha una Universidad Politécnica con resultados ampliamente reconocidos, pero que hoy está en peligro porque de alguna manera se impuso el temor a los compañeros combativos y revolucionarios.

Lamentable en todo el sentido de la palabra.

Porque la Normal de El Mexe, sin duda cumplió, y bien, su objetivo durante mucho, mucho tiempo, hasta antes de ser cooptada por un grupo de fósiles que conformaban el Comité Estudiantil, que llevó a la bancarrota ideológica y moral a una institución histórica.

Y ojo, entre estos fósiles “combativos y revolucionarios”, están los que hoy han encabezado las negociaciones, y que exigen para sí la dirigencia del Comité Estudiantil, que de estudiantil solo tendrá el nombre, si se permite a estos verdaderos dinosaurios, fósiles pues, retomar los que les representó un buen negocio económico y político.

Mil gracias, hasta mañana.

Correo: jeperalta@plazajuarez.mx

X: @JavierEPeralta

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