La final de la Copa del Rey que disputarán este sábado el Barcelona y el Real Madrid en La Cartuja será la décima con sede en Sevilla, ciudad que ya vio cómo estos equipos levantaron el trofeo de campeón, en dos ocasiones de tres intentos el conjunto azulgrana y en una el blanco, la única que jugó en la capital andaluza.
Los azulgranas se estrenaron en Sevilla en 1925, también cuando esta ciudad acogió su primera final de Copa, en aquel caso en el ya desaparecido estadio Reina Victoria, donde se impusieron por 2-0 al Arenas de Getxo.
La segunda ocasión fue en la edición de 2019 en el estadio Benito Villamarín y la perdió ante el Valencia (2-1), mientras que la tercera, la de 2021, ya fue en La Cartuja, donde se impuso al Athletic Club por 4-0, con lo que ahora aguarda a su cuarta comparecencia.
El Real Madrid, por su parte, se estrenó en Sevilla recientemente, en 2023, cuando en el Estadio La Cartuja se midió con Osasuna, al que venció por 2-1. Ahora, en el mismo escenario, afronta su segunda final hispalense.
Será la séptima vez consecutiva que Sevilla acoja la final, una serie que se inició ese 2019 en el campo del Betis con la victoria del Valencia ante el Barcelona un 25 de mayo, con goles del francés Kevin Gameiro y Rodrigo Moreno y otro del argentino Leo Messi, que acortó distancias.
Las otras seis, con ésta, han sido en La Cartuja, después del acuerdo suscrito en su día entre la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y la Junta de Andalucía, convenio que expira con la presente edición, aunque el Gobierno autonómico tiene la intención de ampliarlo.
La historia de la capital andaluza con la final de Copa empezó en mayo de 1925, cuando se disputó en el estadio de la Reina Victoria, ya desaparecido, ubicado en la zona sur de la ciudad y entonces utilizado por el Sevilla. Accedieron a la final el Barcelona y el Arenas de Getxo, con victoria del conjunto catalán por 2-0 con tantos de José Samitier y de Agustín Sancho.
Tardó 74 años en volver y se disputó en mayo 1999 en el recién estrenado estadio construido en la Isla de La Cartuja para albergar los Mundiales de atletismo de ese año y también como joya de la frustrada aspiración olímpica hispalense, que presentó candidatura para los Juegos de 2004 y 2008.
El estadio fue inaugurado a primeros de mayo de 1999 con un partido de fútbol amistoso entre España y Croacia, que acabó con el resultado de 3-1 para los anfitriones, y a finales del mismo mes llegó la final de Copa, en la que fue protagonista el Valencia al ganar por 3-0 al Atlético de Madrid, con un doblete del argentino Claudio ‘Piojo’ López y un gol de Gaizka Mendieta.
La tercera final de Copa tardó en esta ocasión poco en volver, pues La Cartuja repitió en 2001 con un Zaragoza-Celta. El conjunto aragonés se impuso por 3-1 al gallego, que se adelantó con un gol del ruso Aleksandr Mostovoi, pero Xavi Aguado, el brasileño Paulo Jamelli y Yordi González lograron la remontada.
Después llegó la cuarta final, la mencionada en el campo del Betis en 2019, y la quinta y sexta, otra vez en La Cartuja, se disputaron con la peculiaridad que obligó la pandemia de la covid-19.
En la primavera de 2020, con el estado de alarma decretado y suspendidas las competiciones deportivas, no se disputó una final a la que habían llegado los equipos vascos de la Real Sociedad y Athletic Club, y hubo que esperar hasta el 4 de abril 2021 para que tuviera lugar el partido y lo hizo además con restricciones de público.
Ganó 1-0 el equipo guipuzcoano sobre el vizcaíno, aunque el Athletic tuvo la oportunidad de repetir dos semanas después, el 17 abril en la final de 2021, y se encontró con el Barcelona, que se impuso por un rotundo 4-0.
La Cartuja había entrado así en una frenética actividad en la que se sucedieron partidos de fútbol, como la Supercopa de España de 2021 -17 de enero- que reunió otra vez al Athletic y el Barcelona, y en esta ocasión el triunfo cayó del lado bilbaíno por 2-3 tras una prórroga.
Incluso fue sede en ese año de cuatro partidos de la Eurocopa de selecciones, después de que la UEFA desestimara disputarlos en el estadio de San Mamés, en un principio elegido, para lo que se hizo una gran inversión económica con la idea de que alcanzara la calificación de estadio cinco estrellas.
Sobre su terreno de juego jugaron en abril de 2022 el Betis y el Valencia una nueva final de Copa, la séptima en Sevilla, que se llevó el equipo verdiblanco tras acabar el partido y la prórroga con empate a uno -goles de Borja Iglesias y Hugo Duro- y superar la tanda de lanzamientos desde el punto de penalti.
Al año siguiente, La Cartuja acogió el desenlace del torneo un 6 de mayo y fueron sus protagonistas el Real Madrid y Osasuna, con victoria por 2-1 del equipo que entrena el italiano Carlo Ancelotti gracias a los dos goles del brasileño Rodrygo Goes, el primero en los inicios del choque, que después contrarrestó Lucas Torró, y el segundo a los setenta minutos.
La pasada edición, el Athletic, en su tercera comparecencia en una final en Sevilla, llegó con la ilusión de que se cumpliera el dicho «a la tercera va la vencida» y lo logró ante el Mallorca después de acabar el choque con empate a uno y superar al equipo balear en la tanda de lanzamientos de penaltis.
Ahora La Cartuja se prepara para la décima final sevillana, en esta ocasión con un ‘clásico’ copero que se repetirá por octava vez y que tiene un balance favorable al Real Madrid, que ganó cuatro veces por tres el Barcelona.
La última vez fue en el estadio Mestalla de Valencia en 2014 y ganaron 2-1 los madridistas, también entrenados por Carlo Ancelotti, quien espera repetir éxito, aunque el Barça del alemán Hansi Flick espera equilibrar el balance ante su máximo rival.