UN ADULTO RESPONSABLE
“El que no escucha consejos, no llega a viejo”
Refrán mexicano
En la segunda parte de esta columna, espero que mientras tengas la valentía y el coraje de abandonar tu mundo lleno de comodidades para vencer el miedo a lo desconocido, estos consejos te sean de utilidad en la vida cotidiana.
La humildad
Por favor, no seas soberbio, nadie en esta vida tiene por qué andar ayudando a otros, y sin embargo, muchos lo hacen como parte de su rutina diaria, entonces, nada te cuesta aceptar que como seres sociales, necesitamos una mano amiga que nos apoye, que nos acompañe, que no nos deje a solas con lo desconocido. Acéptala cuando no puedas pagarla y págala cuando sí puedas. Recuerda que el que encuentra a un buen amigo, encuentra un tesoro.
Sigue cultivándote
Sigue creciendo, sigue estudiando sobre lo que haces, sigue pensando en mejorar los procesos, no te creas nunca el mejor en tu área, pero siempre aspira a serlo; cultiva todos los talentos que puedas y que tus pasatiempos se transformen en grandes pasiones. Recuerda que si eres malo para algo que amas, siempre puedes encontrar una forma de realizarlo, pues la perseverancia será tu mejor aliada en esos casos. Y como dice la frase: “La gota no parte la roca por su fuerza, sino por su constancia”. Eso sí, recuerda que esto aplica tanto para bien como para mal.
Nadie es tan feliz como dice internet
Evita comparar tu vida con la de otros, y más cuando solo la conoces en fotos. Claro, a todos nos gusta presumir lo bien que nos va, nuestra mejor cara, la vida tan “perfecta” que tenemos, pero esa porción “digital” de la cotidianidad rara vez muestra las falencias de nuestros días, por eso es necesario desprenderse de las redes un rato, no perder tanto tiempo en ellas y aprovechar los consejos que sí son importantes: cocinar esa receta que salió; practicar ese tiro al ángulo de aquel youtuber famoso; utilizar el hack perfecto para gastar menos pasta de dientes o reutilizar el agua. Sí, está padre reírnos de los memes y los creadores con un humor apegado al de nosotros, pero también estaría genial aprovechar lo que pagamos por el internet, que cada vez es más caro.
Chécate, mídete, muévete
Me atrapaste, el título de este apartado es parte de una campaña que se lanzó hace unos años por el Gobierno, pero es real (y seguro lo leíste cantando). Mantente sano, eso es todo. Deja tú el peso que tengas (que también puede ser debido a una enfermedad), lo importante es saber que comes bien, que no te excedes con los vicios, que por lo menos caminas de vez en cuando. Nuestro mayor “hater” es nuestra propia conciencia, así que si ella te dice que ya es hora de hacer mejor las cosas, tal vez sea hora de planteártelo.
No te vuelvas un acumulador
¿Cuándo has vuelto a utilizar esa libreta de la secundaria que ibas a guardar por si acaso? Exacto, nunca. Y lo mismo ocurre con un sinfín de cosas que solo estorban y que posiblemente ocupas cada año bisiesto, pon en práctica el siguiente consejo, mejor: regálalas, siempre hay alguien que sí las va a ocupar y si de plano no sirven ni como obsequio, tiralas. Fin.
Otra vez, ojalá pudiera hablarte desde un lugar que no fuera mi experiencia propia, pero es justo por eso que te las menciono.
Consejos de mole y pozole
Una lista de pequeños consejitos para cerrar:
- Sé siempre educado, aunque no soportes a la otra persona.
- En los panes y en las bebidas, busca los productos de atrás, son los más frescos y más fríos, respectivamente.
- Cumple con tu palabra, y cuando no puedas, discúlpate sin falta.
- Actúa desde el lugar en el que estás: si vas a ser copiloto, siempre al pendiente; si te toca en el asiento de en medio de la combi, atento con los pasajes; si estás jugando en algo por equipos, comprométete.