La cumbre de presidentes del Mercosur comenzó este jueves en Buenos Aires con el objetivo de avanzar hacia la apertura a nuevos mercados tras confirmar en la víspera la consecución de un acuerdo con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA, en inglés).
El anfitrión, el argentino Javier Milei, recibió en la sede de la Cancillería a sus homólogos de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Uruguay, Yamandú Orsí; de Paraguay, Santiago Peña; y de Bolivia, Luis Arce.
También viajó a la capital argentina el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, dado que este país es Estado asociado al Mercosur, al igual que Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú y Surinam, representados en esta cumbre por altos funcionarios.
Durante las reuniones previas de cancilleres y ministros de Economía, celebradas el miércoles, se anunció el cierre de las negociaciones con la EFTA (Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein) para la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC), lo que supone la antesala a la esperada ratificación del acuerdo con la Unión Europea alcanzado el pasado diciembre.
Al término de la cumbre de presidentes de este jueves, Argentina traspasará la presidencia pro tempore a Brasil, tras un semestre muy productivo bajo el liderazgo de Javier Milei y su canciller, Gerardo Werthein, quienes han logrado dar un impulso al bloque en materia de apertura comercial.
La presencia de Lula da Silva era una de las más esperadas en esta cita porque será el nuevo presidente de Mercosur, pero también por las discrepancias ideológicas con el anfitrión argentino, Javier Milei.
A su llegada al Palacio de San Martín, sede del Ministerio argentino de Exteriores, Lula fue recibido en un acto solemne por Milei y su hermana Karina, secretaria general de Presidencia, y el canciller Werthein. Esta es la primera vez que el brasileño viaja a Argentina desde que el líder de la extrema derecha ganó las elecciones en diciembre de 2023.
Poco antes recibió a los otros presidentes, entre ellos al paraguayo Peña, a quien abrazó de forma efusiva, un gesto que demostró la conexión personal y política entre ambos.
Tras la cumbre, el mandatario de Brasil tiene previsto realizar una visita privada a la expresidenta argentina Cristina Fernández (2007-2015) en su casa de Buenos Aires, donde cumple prisión domiciliaria desde el 17 de junio, tras la confirmación por la Corte Suprema de una condena de seis años por irregularidades en la concesión de obras públicas.
Fernández considera que es víctima de un complot político y judicial, y Lula la ha apoyado desde el inicio.