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martes, abril 15, 2025

Capacidades TOPP para mejorar el Sistema Educativo

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IGUALDAD SUSTANTIVA, EMPODERAMIENTO EFECTIVO

La publicación de la CEPAL, “América Latina y el Caribe ante las trampas del desarrollo: transformaciones indispensables y cómo gestionarlas”, establece que la educación es un derecho humano esencial y un objetivo clave de la Agenda 2030 en el ODS 4, que busca proporcionar acceso a una educación inclusiva y de calidad para todos, fomentar la paz y la dignidad de las personas, misma que debe adaptarse a los cambios tecnológicos y a las desigualdades persistentes.

En América Latina y el Caribe, los sistemas educativos débiles son una barrera significativa para la movilidad social, ya que las desigualdades en acceso y calidad educativa limitan las oportunidades, especialmente para los grupos más vulnerables. El estudiantado de entornos privilegiados disfruta de mejores oportunidades, lo que perpetúa la desigualdad intergeneracional, para que la educación cumpla su función de cambio social es crucial garantizar igualdad de oportunidades y condiciones para todos.

Se deben abordar dos desafíos: mejorar la inclusión y calidad de la educación, y combatir las desigualdades sociales y económicas. La educación es clave para el crecimiento económico, pero el aumento en la escolarización no siempre se traduce en un crecimiento sostenido, debido a que la educación debe generar aprendizajes efectivos y canalizar el «capital humano» hacia sectores productivos.

A pesar de los avances en la educación en la región, persisten problemas de calidad y cobertura, exacerbados por la pandemia de COVID-19, que ha afectado más a los grupos vulnerables. Las disparidades en el rendimiento educativo, influenciadas por factores socioeconómicos, de género y raza, limitan las trayectorias educativas y perpetúan la desigualdad social. La crisis de aprendizaje se ha intensificado, y es urgente mejorar la calidad del aprendizaje y cerrar las brechas de acceso.

La educación secundaria es crucial para la inclusión social y laboral, es necesario no solo aumentar los años de escolarización, sino también mejorar la calidad educativa. Asimismo, el acceso a la educación superior que ofrece oportunidades económicas, debe ser ampliado, haciéndose fundamental implementar estrategias que aborden las brechas de acceso por nivel socioeconómico y género, la educación debe ser un proceso continuo.

Para promover la educación como motor de movilidad social ascendente, los ministerios de educación deben mejorar su capacidad para superar la inercia institucional y colocar la educación en el centro de una estrategia de desarrollo destinada a enfrentar el bajo crecimiento y la alta desigualdad en la región. 

Esto implica definir las capacidades institucionales TOPP (Técnicas, Operativas, Políticas y Prospectivas) para fortalecer los sistemas educativos, es buscar capacidades Técnicas para la planificación estratégica y el liderazgo en educación, asegurar la sostenibilidad financiera de las políticas educativas y consolidar sistemas de información para evaluar y seguir los resultados de la gestión educativa.

Operativas para maximizar el uso de herramientas digitales en la educación y fortalecer sistemas de alerta temprana para prevenir el abandono escolar, así como llevar un seguimiento de los logros de aprendizaje y refuerzo a las políticas de recursos humanos y la formación docente para potenciar capacidades.

Políticas para definir un marco para el diálogo social en la gestión educativa, que mejore la articulación del sector educativo con otros sectores y establecer coherencia entre las políticas nacionales y locales.Y prospectivas para determinar competencias que el estudiantado debe adquirir para el futuro laboral mediante observatorios laborales y estudios, además de actualizar los currículos a través de un diálogo participativo y desarrollo de escenarios para la sostenibilidad financiera de la educación, considerando cambios demográficos y brechas de cobertura.

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