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Buen camino, buena vida

Javier Peralta
3 Min de Lectura

LAGUNA DE VOCES

A veces pasa el tiempo con una prisa inusitada, lo que quiere decir algo simple: exigimos haya más lentitud en una carrera que ahora deseamos sea más y más lenta, porque nos espanta llegar a la meta; porque dejó de ser el maratón en el que alguna vez deseamos inscribirnos, para probar que el aire nos llenaba los pulmones, y mirar las calles de la ciudad al paso que decidíamos imprimir, y que nos iluminaba la vida, la existencia.

Sin embargo, no hay voluntad alguna que nos aleje para siempre de la meta. Debemos llegar aunque agreguemos cinco, diez, veinte calles a la trayectoria originalmente pactada. Aunque juguemos al listo y empecemos a correr de reversa, a retomar las pisadas, los caminos. Siempre descubriremos que, en un abrir y cerrar de ojos, ya estamos en el mismo kilómetro en que pretendimos jugarle bromas al destilno.

Así que, con toda certeza, lo mejor es intentar hacer un buen papel, pleno de dignidad, si se quiere de alegría; algo de tristeza en los tramos finales, pero con la convicción de que nos ganará la clasificación a una nueva carrera.

Además que en estos tiempos, poco a poco, empezamos coincidir con Drexler el cantante, y sabemos que es vital amar la trama, no tanto el desenlace.

Y por eso vemos maratonistas, velocistas, que pasan con una sonrisa en la cara, cualquiera que sea el final. Gozan el camino, es decir la vida.

Aprendemos con una lentitud que nos hace llevar un gesto grave en la cara, serio, pero que poco a poco se transforma en una primera risa, luego la carcajada, hasta que se pierde de vista la meta y se celebra como nunca el camino, el trayecto.

Eso es.

Amar el camino, la trama, el paisaje que se mira, la compañía de la persona amada, la felicidad que siempre hemos sabido dura porque así lo queremos.

Así que desde ahora, cuando me levante a correr por las mañanas, pondré más atención en los árboles del diminuto deportivo, y olvidaré si cumplí o no el tiempo con el que me invento una meta que nunca ha existido.

Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuafez.mx

@JavierEPerala

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