Alrededor de las 16 horas, en el zócalo de la Ciudad de México comenzó una marcha de gente que no cesó durante toda la tarde, familias enteras llegaron al lugar para apartar un espacio en el recinto público que fue cerrado por los cercos policiacos para establecer los puntos de revisión que evitaron el paso de palos de bandera, bancos, paraguas y otros objetos como botellas de vidrio y bebidas alcohólicas.
Sin embargo, todo esto al final del día fue inútil porque no faltaron los que pudieron pasar botellas de tequila, palos de bandera, e incluso en los videos y fotografías se muestran los cientos de paraguas que se extendieron por toda la plaza ante la implacable lluvia que cayó un par de horas antes de que Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, saliera por el balcón de Palacio Nacional para dar su último Grito de Independencia como Jefe Supremo de México.
Las familias que llegaron temprano, se recostaron en el piso, aprovecharon para comer algo, o tomar una siesta, otros veían videos en celulares y pronto estos círculos quedaron enmarcados por personas que de pie se hacían también de un lugar para presenciar el magno evento que tendría como acto principal, la conmemoración del 214 aniversario del Inicio de la lucha por la independencia que comenzó Miguel Hidalgo y Costilla, hoy “Padre de la Patria”.
Mientras el tiempo transcurría, más gente llegaba al zócalo, venían de los 32 estados de la república, e incluso hubo paisanos que vinieron de ciudades de Estados Unidos para presenciar dicho acto cívico que no dejó de estar cargado de una fuerte dosis política, así lo dejaron ver las cientas de lonas, banderas, y consignas que la gente mostró durante toda la tarde y noche del 15 de septiembre.
“¡Es un honor estar con Obrador! ¡Sí se pudo! ¡Presidente! ¡Sí cumplió!”, fueron algunas de las frases y palabras con las que mostraban un completo respaldo al presidente que aseguran, es el mejor de la historia moderna de México. Gritos a los que se sumaban otros como: “¡Fuera Piña!”, mismos que hacían alusión a la eminente derrota que ha tenido el Poder Judicial que encabeza la todavía ministra, Norma Piña, y a la publicación del decreto, que antes de dar el grito, presumiera López Obrador.
Fueron entre cuatro y siete horas las que la gente que llegó a los lugares delante del asta bandera, tuvo que esperar de pie, para ver a un ídolo político ataviado del símbolo de la esperanza, la justicia y la lucha contra la corrupción, misma que aunque no ha desaparecido del país e incluso ha buscado cobijo en perfiles ahora morenistas, para los obradoristas el trabajo hecho por AMLO es muy superior al de otros presidentes anteriores.
Ni los 65 años y más fueron impedimento para que cientos de adultos mayores acudieran al zócalo, a ”dar gracias” al presidente que por primera vez los miró y los atendió con programas enfocados a ellos, los mismos adultos que se quedaron sin voz para gritar con todas sus fuerzas “es un honor estar con Obrador” y los mismos a los que les rodaron lágrimas de emoción mientras cantaban el Himno Nacional, una canción que ahora cobra sentido ante el respeto que exigió AMLO a los países del mundo.
Escuchar el Himno Nacional Mexicano, en la plaza más grande del mundo, cantada por miles de personas, crea una atmósfera de energía que recorre cada parte del cuerpo, que eriza la piel, y que hace que afloren sentimientos de identidad, arraigo y hermandad entre los asistentes, al final los mexicanos llegaron a un zócalo para agradecer a un presidente, en contraposición con eventos de administraciones anterioreses en las que el presidente de la República era señalado por la multitud como “asesino”.
Lo extraño no fue ver un zócalo lleno de mexicanos, sino la presencia de cientos de turistas extranjeros que acudieron para presenciar aquellas emociones que youtubers del mundo han publicado en sus canales, hubo españoles, chinos, angoleños, franceses y alemanes, entre otros. Mismos que en su momento señalaron que el gobierno de izquierda mexicano que encabezó AMLO se ha convertido en un ejemplo para el mundo.
Ni las siete horas de pie, ni la fuerte lluvia que azotó por más de 40 minutos, hicieron que la gente se moviera, aunque hubo algunos que desistieron y caminaron rumbo a casa, los espacios que se quedaban vacíos pronto eran ocupados por otros, y así en completa resistencia, la gente esperó pacientemente, la salida del presidente al balcón del Palacio Nacional. “Si los pingüinos aguantan la nieve… que no aguantemos un poco de agua”, señalaba un asistente que viajó desde Los Ángeles California, para ver el último evento de esta magnitud de AMLO como presidente.
Previo al Grito de Independencia, la Banda Filarmónica del Centro de Capacitación Musical y Desarrollo de la Cultura Mixe de Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca, así como el Mariachi y Ballet Folclórico de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), presentaron diversas piezas emblemáticas de la historia musical mexicana.
Tras la salida de AMLO y el grito de las arengas que incluyeron: “¡Viva la Cuarta Transformación!”, “¡Muera la avaricia!”, “¡Viva la grandeza cultural de México!”, así como el reconocimiento al pueblo trabajador de México, a los pueblos indígenas y migrantes, además de un grito para todos los mexicanos y mexicanas, el programa se reanudó con la fiesta de fuegos pirotécnicos al ritmo de varias piezas musicales emblemáticas del país entre la que no faltó la de Tabasco, estado del que es originario AMLO.
Así fue como se vivió el último Grito de Independencia de AMLO como presidente de México, para los asistentes, el mejor presidente de México cuya fotografía llevaban en banderas en las que además se veían a héroes nacionales como Juárez y Francisco I. Madero, para otros el presidente que sumiría a México en la pobreza y convertiría al país en una copia de “Venezuela”, visto de forma despectiva como sinónimo de pobreza y autoritarismo.