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Siete 

Oscar Raúl Pérez Cabrera
2 Min de Lectura
Ilustrativa

PEDAZOS DE VIDA

No recuerdo exactamente qué es lo que estábamos haciendo, pero de pronto los gritos y el pánico reinaron en el lugar, siete serpientes de color ocre, en diferentes tonalidades, se acercaban hacía mí. Algunas de las personas gritaban que me quitara, que me alejara, que los reptiles que rápidamente avanzaban me morderían y el veneno sería fatal. 

Una mujer trató inútilmente de distraerlas, les aventó una escoba pero no logró detener los movimientos. No sentí miedo, juro que no fue así, que me quedé quieto, que sin abusar de la narrativa podría decir que fui valiente como nunca antes, que con toda seguridad les dije que no hacían nada, que no las mataran.

Era demasiado tarde para correr, pero al llegar a mis pies, los animales se detuvieron, no hicieron nada más que enroscar sus escamosos cuerpos. Con la respiración contenida los observé y el temor que por un momento había invadido se fue…

Desperté con el frío del sudor contenido en mis sábanas y a partir de esa fecha los traidores se mostraron tal cual, cada uno fue sometido en la fecha indicada. Siete personas fueron dominadas, las serpientes se enroscaron en el sueño, esa había sido una señal. 

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