La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, visitó este sábado por primera vez la frontera desde que asumió su cargo, donde se olvidó prácticamente de las personas en movilidad y de la situación migratoria que se vive en la región norte del país.
Pese a que en días pasados diversos activistas, organizaciones civiles y autoridades municipales le demandaron cambios significativos en las políticas migratorias, la presidenta no mencionó palabra alguna sobre ello e incluso evitó el encuentro con la prensa.
La mandataria fue recibida por un nutrido grupo de simpatizantes en el Centro de Convenciones de Playas de Rosarito, ubicado a unos 25 kilómetros de la fronteriza Tijuana, en donde ofreció un discurso enfocado en la presentación de sus programas de bienestar.
Durante su discurso, la presidenta Sheinbaum se limitó a decir que, con la Cuarta Transformación, “reivindicamos a los trabajadores mexicanos y en particular a nuestros hermanos que viven del otro lado de la frontera, que son héroes y heroínas de la patria”.