Cientos de presos de California trabajan codo con codo junto a miles de bomberos para combatir los devastadores incendios que asolan el condado de Los Ángeles, una tarea «esencial» por la que arriesgan sus vidas con intensas jornadas de trabajo a cambio de un irrisorio salario.
Se estima que unos 930 presos-bomberos se han desplazado hasta las zonas afectadas por las llamas para combatir su propagación, según proporcionó a EFE el Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California (CDCR).
Las personas están gestionadas por el Departamento de Bomberos del condado de Los Ángeles (CalFire).