ESPEJOS DE LA REALIDAD
(Les comparto un texto que escribí en Septiembre del 2018, de cuando las ganas de cambiar al mundo estaban a flor de piel)
Honestamente, lo que más me molesta es que confundan mi compasión con ingenuidad. Entiendo perfectamente que el pajarito que estuve cuidando con tanto esmero probablemente no sobreviva, soy consciente de que el escarabajo que coloqué patas arriba, podría volver a caer al suelo en el momento en que me aleje. No espero que haya una recompensa cósmica por cada pequeño acto de bondad, que se base en el número de gusanos que he recogido de una calle para pasarlos a tierra, ni tampoco por las veces en que he ayudado a alguien cuando no me respondieron de la misma manera.
Sé que buena parte de los seres vivos, entre ellos los gusanos, sufren, luchan y que mueren de manera inútil. Pero soy joven e idealista, no soy en sí una niña. No me dedicaría a juzgar a los demás por no ayudar al pajarito herido. No hay nada intrínsecamente malo en ello, lo que me resulta inaceptable es ver algo o a alguien en medio de una lucha, y simplemente ignorar la situación, si tengo la capacidad de hacer algo al respecto.
En un mundo plagado de problemas y sufrimiento que están más allá de mi control, encuentro una forma de paz en esos pequeños actos de bondad. Existen tantas cosas enfermas en el mundo que están más allá de mi control, que encuentro tranquilidad inclusive en lo más pequeño. Es un alivio decir “Yo te puedo ayudar”, aun cuando ellos no me entienden.
Ser amable y compasiva no debe confundirse con ignorancia, estupidez o ingenuidad. El cinismo y la desconfianza no convierten a nadie en más inteligente o más astuto. La verdadera fortaleza radica en la capacidad de ofrecer ayuda y extender una mano, incluso cuando sabes que no recibirás lo mismo a cambio. A veces, esa mano puede ser rechazada o incluso lastimada, pero el acto de ofrecerla sigue siendo valiente y necesario.
La amabilidad es un acto de resistencia frente a la indiferencia y la desesperanza, y si no puedes encontrar en ti mismo el deseo de ser amable, está bien. Pero no por eso, hagas más difícil el esfuerzo para aquellos que sí intentan serlo.